Adolfo Coronel Illescas

¡Ya somos dos!

Lamentando la escasez de publicaciones literarias en la “cuna de la música y la cultura”, con emoción y deleite, me gusta leer la revista “Loja es cultura”, que aparece los sábados en “La Hora”. Lo hago porque su editor, Jaime Celi Correa, en su propuesta por decantar que “La cultura es tarea de todos”, está ocupado por introducirnos en la inmensidad deliciosa del recuerdo, la añoranza, de esta Loja única, confidencial y profunda.

Pero Jaime Celi Correa, como buen periodista cultural hace también opinión, y entre palabras y palabras, propone y exige con sobrado empeño los derechos que a Loja como ciudad le asiste. Uno de ellos, planteado en enero de 2018 y replanteado este 15 de junio de 2019, se refiere a la necesidad de que el Municipio de Loja, con la urgencia histórica que amerita, legisle una ordenanza “destinada a recaudar los suficientes y oportunos recursos económicos destinados al cívico propósito de garantizar la integridad y sostenibilidad del patrimonio arquitectónico y cultural, urbano y rural de Loja, ciudad y cantón”.

Un pedido hecho con el “vocabulario personal” del periodista, la palabra. Porque las palabras se avienen a todos, aunque hay personas y personajes para quienes las palabras son como consecuencia de la nada. Es decir, nada les importa que no sean sus intereses, no le dan sentido ni figura, por eso les resulta intragable el apoyo a la cultura. Pero las distancias con los cabildantes son ostensibles. ¿O no? Que el compañero Alcalde contagie a los concejales con sus palabras a fin de dar una necesaria respuesta a esta propuesta. No decir nada sería como estar inmersos en la inmensa eternidad de no ser nada, ni nadie.

El editor de “Loja es cultura” cree que su reflexión ha caído en tierra estéril. No comparto su depresión en solitario. Es cierto y penoso que casi nadie haya dedicado unas líneas a esta preocupación, pero también es cierto que tan lamentable omisión es parte de nuestra descuidada acucia por lo literario. Al fin no importa, ahora ¡Ya somos dos! En el Cabildo con el voto del Alcalde son nueve y con la silla vacía. ¡Ya tenemos mayoría! La misma mayoría que va a extender el horario para los borrachitos, puede y debe repetir su compromiso, pero con la cultura. ¿O no? (O)