La Gran Muralla China, reparada piedra a piedra

PATRIMONIO. La Gran Muralla es una de las proezas de la arquitectura cons-truidas entre el siglo V a.C y el siglo XVIII.
PATRIMONIO. La Gran Muralla es una de las proezas de la arquitectura cons-truidas entre el siglo V a.C y el siglo XVIII.

Redacción PEKÍN

AFP

Es una tarea titánica: en un sector olvidado de la Gran Muralla, en las afueras de Pekín, un grupo de obreros, sudorosos y armados de asnos y cal, se van relevando para reponer las piedras caídas de esta construcción milenaria.
Este método ‘a la vieja usanza’ empezó en enero, por la presión de la opinión pública. Pues otras obras de restauración anteriores acabaron desfigurando algunas partes del monumento, causando un gran revuelo en las redes sociales.

«Eso son ladrillos que se desprendieron de la pared original. Los utilizamos para reparar las partes dañadas», explica Li Jingdong, uno de los obreros.

La meteorología, el tiempo, el abandono y el paso de millones de personas causaron estragos en numerosas secciones de la Gran Muralla, una de las proezas de la arquitectura construidas entre el siglo V a.C y el siglo XVIII.

En la parte de la construcción situada en Jiankou, en la periferia rural de Pekín, los obreros se sirven de un montacargas eléctrico para levantar una enorme piedra y colocarla con delicadeza en un trozo de muro derruido.

Emplean una mezcla de agua y de mortero de cal, llevados hasta allí en burro, para adosar las piedras entre sí. A veces, se necesitan 45 minutos para colocar una sola piedra.

Un trabajo agotador y relativamente mal pagado: solo 150 yuanes (21 dólares) diarios. Una cantidad demasiado escasa para vivir en la ciudad, pero que permite llevar una vida decente en las zonas rurales.