La herencia cultural abre un futuro para mujeres en Sudán del Sur

TESTIMONIO. Alizabeth Jung es una de las beneficiadas que comparte su cultura en el centro.
TESTIMONIO. Alizabeth Jung es una de las beneficiadas que comparte su cultura en el centro.

‘Las Raíces’ es un centro de acogida para las mujeres que huyen de la guerra en el país africano.

Redacción YUBA

EFE

Alizabeth Jung huyó de Pibor (en el este de Sudán del Sur) en 2012, cuando su marido murió durante los combates entre el Ejército y los rebeldes, y se marchó a Yuba en busca de un futuro para sus tres hijos.

No fue la primera vez. Cuando Sudán del Sur se independizó en 2011 de Sudán, esta mujer se convirtió en una desplazada en un país inmerso en un conflicto armado que ha causado miles de muertos desde diciembre de 2013, hasta que en septiembre del año pasado encontró un acuerdo de paz aún frágil e incierto.

Sin muchas opciones, esta viuda de 40 años pudo encontrar ‘Las Raíces’, un centro que se inauguró en 2011 con el objetivo de empoderar a las mujeres educándolas, y que ha hecho de la variedad de la procedencia de sus beneficiarias un activo con el que contribuyen a preservar su cultura y tradiciones.

Superación

Allí, Jung encontró su lugar, al igual que las más de 80 mujeres que han encontrado la forma de salir adelante.

“El proyecto me ha ayudado mucho. Además, he podido aprender a leer y a escribir”, relata Jung, que enseña la cultura de la tribu ‘murle’ a otras sursudanesas que se han visto afectadas por el conflicto. Las sobrevivientes provienen de al menos 24 tribus diferentes del joven país africano.

‘Las Raíces’ tiene un programa de alfabetización para mujeres, a las que se les imparten clases básicas de lectura, escritura y matemáticas. En paralelo, elaboran productos artesanales que nacen del intercambio de ideas y tradiciones.

Emprendimientos

“El centro ha logrado fabricar productos culturales locales, como trajes y abalorios que se usan como accesorios y adornos para las mujeres, inspirados de la herencia de las distintas comunidades de Sudán del Sur, y que se venden dentro y fuera del país”, dice orgullosa la directora y fundadora del centro, Anyieth De Awool.

“Cada mujer, con un ingreso mensual que puede alcanzar las 30.000 libras sursudanesas (unos 100 dólares), puede ayudar a entre 6 y 10 miembros de su familia”, agrega.

El experto de herencia cultural del Ministerio de Cultura de ese país, James Garang, destacó que, ante la ausencia de museos, galerías artísticas y otros espacios creativos, la de ‘Las Raíces’ es “la única vela que ilumina la oscuridad del espacio cultural y desafía la ignorancia en silencio”.