Después de que se identificara que había información errónea y tendenciosa del anterior Gobierno en algunos de los textos escolares, elaborados en 2016, el exministro de Educación Milton Luna anunció que se haría un esfuerzo para renovar todo el material hasta este septiembre.
La propuesta incluía todo un proceso de creación de módulos que reemplazarían los libros anteriores y se convocaría a un equipo multidisciplinario para realizarlo. El programa se puso en marcha, pero la actual ministra de Educación, Monserrat Creamer, anunció que no se concretará y que se reimprimirán los textos que se usaron hasta 2018.
Insistió en que este material irá acompañado por un cambio en el currículo y que pasará por una revisión para determinar las modificaciones necesarias. Aseguró que se eliminará todo tipo de adoctrinamiento político.
Apenas se anunció el proyecto de renovación, el entonces subsecretario de Fundamentos Educativos, José Brito, reconoció que los libros no cumplían con un modelo pedagógico apegado al concepto de la Nueva Escuela que se intentaba implementar y que era necesario que se transformaran completamente.
En ese tiempo, afirmó que el cambio completo costaría la tercera parte de lo que había valido la impresión en 2016, que superaba los 7 millones de dólares; es decir, se invertiría un poco más de 2 millones de dólares.
Sin embargo, Creamer dijo en sus declaraciones de ayer que el precio estimado de la reimpresión también representaría un ahorro y estaría enmarcado entre 9 y 12 millones de dólares. Sobre la diferencia de los costos con los que había señalado la administración anterior, la funcionaria dijo que eso deberán responder las autoridades anteriores y que esta nueva iniciativa se ha logrado a través del diálogo con las editoriales. (PCV)