Dos muertos y nueve heridos en ataque a militares en Colombia

Foto: Archivo AFP
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Bogotá, Colombia AFP

Dos militares murieron y nueve quedaron heridos en una emboscada atribuida a guerrilleros disidentes de las FARC en el suroeste de Colombia, según un balance actualizado por el ejército este viernes.

Más temprano, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, había informado sobre la muerte de cuatro soldados y la desaparición de igual número en el ataque, ocurrido la noche del jueves en el municipio de Cumbitara, departamento de Nariño, cerca de la frontera con Ecuador.

Sin embargo, las tropas de apoyo que llegaron al lugar revisaron a la baja la cifra de muertos y descartaron desaparecidos.

En la emboscada murieron el sargento Jonathan Verdugo y el soldado Alex Irua, mientras nueve militares más están heridos, dos de ellos de gravedad, indicó el mando militar en un comunicado.

El grupo de uniformados cayó en una trampa con explosivos y luego fueron atacados con ráfagas de fusil.

En un comunicado, el ejército señaló al grupo disidente «Estiven Gonzales», de la guerrilla disuelta de las FARC, como presunto responsable del ataque.

El departamento de Nariño es la zona con más narcocultivos del mundo, con casi 46.000 hectáreas sembradas, según la última medición de Naciones Unidas en 2017.

Por su ubicación estratégica para la salida de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos, la zona es disputada por disidentes que no se acogieron al pacto de paz de 2016, bandas narcotraficantes y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Sin un mando unificado, los disidentes operan en zonas apartadas del país donde se disputan con otros grupos el control de los narcocultivos y las rutas del narcotráfico, así como de la minería ilegal.

Cuentan con unos 2.300 combatientes distribuidos en varios frentes, según inteligencia militar.

Aunque aliviada por el acuerdo de paz firmado con las FARC en noviembre de 2016, Colombia, principal productor de cocaína del mundo, vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y agentes estatales, con saldo de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.