Giovanni Carrión Cevallos
Como se recordará, hace poco, el Alcalde de Quito, Jorge Yunda, recibió una avalancha de críticas con relación a la propuesta de instaurar en el Distrito Metropolitano la llamada ‘hora borojó’, iniciativa que consiste en que los locales de diversión funcionen, sin descanso, las 24 horas de lunes a domingo, con lo cual se mantendría ‘viva’ a la capital de los ecuatorianos 24/7.
Esa propuesta acarrea consigo un problema grave y es la relación directa que existe entre el aumento en el consumo de alcohol y el incremento tanto de la inseguridad, tráfico de drogas, violencia en sus diversas manifestaciones y del número de accidentes de tránsito. De ahí las regulaciones que existen, precisamente, en muchas ciudades para limitar el expendio y consumo de bebidas alcohólicas y el funcionamiento de establecimientos nocturnos.
No obstante de ello, en el cantón Loja, el Ayuntamiento, que al parecer no tiene mayores prioridades y peor aún sentido de urgencia en el tratamiento de aquellos temas que son sustanciales para el crecimiento y desarrollo del vecindario, está ocupadísimo en tratar si se amplía el horario de atención en licoreras, bares, discotecas, etc.
Mientras en otros lugares se hacen sostenidos esfuerzos por ampliar en las urbes la infraestructura deportiva, ciclovías, parques y senderos para estimular estilos de vida saludable en la población, en la ‘Loja para todos’, ahora el enfoque se centra en pretender alargar la vida nocturna de una ciudad “universitaria” con todas las consecuencias negativas que ello podría implicar.
Hay que exigir mayor compromiso al Cabildo, cuyas decisiones deben ser producto del análisis responsable de estudios técnicos que necesariamente deben alimentar la discusión.
Tenemos a un Cabildo que cree que la vida es un carnaval, mientras en la ciudad crece el desorden. (O)
@giovannicarrion