Lealtad vs interés personal

Gabriela Rosero

En la actualidad y en la sociedad en la que vivimos hablar de la palabra “lealtad” se torna difícil de pronunciar como de practicar.

Esta palabra tiene un significado especial, es una virtud que consiente el cumplimiento de lo que exigen las normas de fidelidad, honor y gratitud; estas tres últimas palabras en los últimos tiempos también se han tornado difíciles de cultivarlas en la convivencia diaria.

Es triste ver que nuestra sociedad hoy por hoy carece de valores y virtudes que en un momento engrandecieron al ser humano. Hoy todos vivimos y actuamos de acuerdo a nuestras conveniencias, necesidades y prioridades personales, ya no estamos preocupados por nuestro prójimo.

Desde el plano espiritual se ha dejado de lado uno de los mandamientos que se nos enseñó desde niños, amar al prójimo como a ti mismo.

Desde el plano del servicio, hemos dejado de servir y ahora nos servimos de los demás y en muchos casos, atropellamos los derechos de alguien para satisfacer nuestros deseos.

Desde el plano político, dejamos a un lado la visión de desarrollo, ahora se hace política como carrera profesional, la vocación de servicio quedó anulada.

A causa del poder o de la llegada de un nuevo jefe o de una nueva autoridad, las personas a las que aparentemente conocíamos, con las que normalmente compartimos el día a día, de la noche a la mañana fueron mutadas por un fenómeno denominado “interés personal”.

Cuando estos sobrepasan los valores, la dignidad y la conciencia, el resultado es la decadente sociedad que hoy les estamos entregando a nuestra generaciones, es hora de tomar acciones, es momento de enfrentar la vida siendo conscientes que si dejamos pasar por alto que es normal que las personas sean “desleales”, vamos a terminar matándonos y seremos las única especie con vida que nos matamos entre si.

¡Hasta cuando!, recuerda amigo lector los valores y los principios no son negociables.