VERÓNICA NARVÁEZ TERÁN
La proyección de crecimiento poblacional y el consumo de combustible fósil en las ciudades latinoaméricanas va en aumento, mientras que en el resto del mundo van primando las energías alternativas.
A pesar que los Gases Efecto Invernadero representa del 5 al 8% en relación a la generación mundial vemos en nuestros países latinoamericanos el crecimiento urbano generado de cierta manera por inercia, el crecimiento es más rápido que los planificadores (por las razones que sean), y el consumo de los recursos tendrán un precio a pagar muy elevado, mientras tanto al otro lado del mundo se construyen sobre lo inimaginable nuevas urbes de diferentes conceptos, en la península de Malasia se estaría ya construyendo sobre el mar Forest City, una ciudad sostenible donde priman los árboles, pero así también se levantan ciudades como Sino-Oman Industrial City netamente industrial, es en esta punto donde se entiende que las visiones de los gobernantes son las que mandan en las ciudades, se reafirma una falsa democracia, donde la reivindicación de la humanidad en cuanto a su desarrollo depende de los líderes mundiales en los que abiertamente se marcan dos modelos de crecimiento y en medio todos los matices que se generan.
Me queda la duda si como comunidad de países de Latinoamérica tenemos mas probabilidades de tomar participación en las decisiones de nuestros mandantes o es peor en los países altamente desarrollados, pensar sí como sociedad estamos en la capacidad de generar un mensaje claro y preciso a los mandantes de lo que necesitamos como ciudadanos. La comunidad es fundamental para generar acciones en pro del desarrollo sostenible, promoviendo movilidad limpia, manejo adecuado de residuos y sobre todo velando por nuestros bosques urbanos que representan los pulmones de la ciudad que no regresaran.