A los 82 años, la computadora humana de la NASA Sue Finley todavía mira a las estrellas

PERSONAJE. Ayudó a aterrizar los robots exploradores Spirit y Opportunity en Marte de 2004, y a que llegara la sonda Juno a Júpiter en 2016.
PERSONAJE. Ayudó a aterrizar los robots exploradores Spirit y Opportunity en Marte de 2004, y a que llegara la sonda Juno a Júpiter en 2016.

AFP

Cuando Sue Finley fue contratada por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA, cerca de Los Ángeles, en 1950, ingresó en un servicio 100% femenino.

“La mujer que estaba a la cabeza pensó que los hombres no la obedecerían y, por lo tanto, solo contrató mujeres”, cuenta Finley, quien ahora tiene 82 años y es la empleada más antigua de la agencia espacial estadounidense.

Su historia ilustra el recorrido de muchas mujeres de su época. Su contribución a los grandes programas espaciales de Estados Unidos, como el del resto de las entonces llamadas ‘calculadoras humanas’, ha permanecido en la sombra aunque es esencial: gracias a estas mujeres dotadas de grandes habilidades matemáticas, los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin pudieron caminar en la Luna hace 50 años.

Es como una búsqueda del tesoro o un misterio: tratamos de resolver problemas”. Sue Finley, cientÍfica.
Sus cálculos permitieron construir los cohetes, diseñar los combustibles y desarrollar las antenas que conectan a los astronautas con la Tierra. Finley siempre ha amado los números.

En la secundaria sacaba las mejores calificaciones y ganó una competencia para resolver ecuaciones de química mentalmente.

Una de sus hazañas más grandes, según cuenta Nathalia Holt en el libro “Rise of the Rocket Girls”, es haber conseguido una solución para recuperar la sonda Galileo, que en octubre de 1989 sufrió un grave desperfecto.

Su misión preferida, sin embargo, fue el programa Vega para el estudio de Venus, una colaboración en 1985 entre la Unión Soviética y otros países, incluido Francia.

En 2019, la octogenaria ingeniera ha superado ampliamente la edad de jubilarse, pero no tiene la intención de hacerlo mientras la NASA la necesite. “No quiero parar, no me interesa nada más”.