Los pensamientos más profundos del cantante Mateo Kingman quedan al desnudo en su nuevo álbum: ‘Astro’, que se estrena mañana en todas las plataformas digitales.
El disco está compuesto por 11 canciones, que fueron escritas en 15 días y que están marcadas por anécdotas. “Los textos -que no estaban pensados para ser canciones- los escribí durante un viaje (a su interior). Recorren un enfrentamiento contra mis miedos, inseguridades, miserias humanas y con mis demonios, para encontrar una luz en otro espacio y regresar a la Tierra con algo nuevo, un regalo”.
El nombre del álbum, para Kingman, significa: el viajante, el viaje y el regalo. “Es un disco espacial, personal y conceptual. Es la primera vez que me metí en la producción. Hay investigación exhaustiva, por eso lo quiero mucho. No dejé pasar nada”.
La masterización fue realizada en Francia y el sello discográfico es de AYA Records. Las canciones tienen ritmo urbano (trap, hip hop y elementos de música electrónica), sin dejar de lado a los sonidos tradicionales.
Si bien es un disco cercano para el artista, hay dos canciones que le marcaron más. “En la parte lírica y de profundidad la mejor rola es ‘Último aliento’, que la hice con Gustavo Santaolalla (ganador de dos premios Óscar a Mejor banda sonora). Fue hecha desde la canción y no desde la producción. Es importante en mi carrera. La otra es ‘Religar’, que contiene todos los elementos que quisimos explorar: urbanos y sonoridad latina”. (JG)