La estrecha historia

POR: Fausto Jaramillo Y.

La Batalla de Ibarra no debería ser recordada por ser la única en que participó y la comandó el Libertador Simón Bolívar, también debería ocupar el lugar más destacado del calendario cívico del Ecuador.

El choque de los ejércitos patriotas y realistas se produjo luego de un año de que Sucre triunfara sobre Aymerich, en las faldas del Pichincha, lo que demuestra que esta batalla no selló la independencia de nuestra tierra. La presencia de los realistas continuó, quienes siguieron provocando conflictos y derramamientos de sangre.

El coronel Agustín Agualongo, oficial del ejército realista tomó en dos ocasiones la ciudad de Ibarra y fue él, quien enfrentó a Bolívar en esta batalla. Cuando la realidad mostró la derrota de su tropa, Agualongo salió en precipitada carrera hacia el norte, hacia el valle del Chota, seguramente con el afán de retornar a su cuartel de Popayán. Los patriotas le dieron alcance y lo fusilaron a él y a su pequeña tropa que había sobrevivido, poniendo fin a la presencia de tropas realistas en esta zona.

Entre los actos de homenaje a esta fecha no solo deberían constar el anecdotario de la batalla, sino que debe ser el punto de partida para que Imbabura en general e Ibarra en particular profundice el estudio de la verdad histórica de aquellos días, con análisis de antecedentes y consecuencia de esta batalla, el significado del sacrificio de hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas unos, de su sangre otros, de la pérdida de sus propiedades y sus bienes, de cambio político e institucional en nuestro pueblo.

Si bien Quito reclama el derecho de rendir honores a la Batalla del Pichincha, no es menos cierto que Ibarra debería reclamar su derecho a ocupar un lugar más destacado en la historia independentista de nuestro país, pues, son originarios de esta tierra personajes tan importantes como el Dr. Antonio Ante, secretario de la Junta de Gobierno que se formó luego del 10 de Agosto de 1809, personaje que, lastimosamente, en estos días, los ciudadanos de la provincia apenas lo conocen por su nombre, pero no saben de sus ideas y de sus actos que lo llevaron a ocupar páginas destacadas de nuestra historia.