El poder de saber decidir

Eduardo Puertas

Estudios publicados en las principales revistas de Neurociencia manifiestan una marcada influencia del poder del inconsciente sobre la conducta humana. Una realidad que lejos de pretender subestimar nuestro libre albedrío, presenta alternativas que podemos usar a nuestro favor.

Las investigaciones revelan que factores como el pasado, las creencias sociales, las experiencias, los elementos genéticos son componentes que, de cierta manera, mecanizan la conducta y la capacidad de reacción ante los estímulos del entorno. Estos elementos son los que generan los miedos, pensamientos y conflictos individuales.

Sin embargo, estos hallazgos divulgados por prestigiosos estudiosos del tema no necesariamente presentan una perspectiva determinante sobre la capacidad de decisión. De hecho, en cierta forma dibuja lo que comúnmente se conoce como el más íntimo enemigo… el propio ser.

Ante el presente panorama es indudable resaltar la importancia de poder ejercer una verdadera capacidad de decidir, de tener el pleno control sobre las actuales condiciones personales, y sobre todo, tomar auténtica conciencia del ser. Decidir puede sonar lo más natural entre el diario vivir, pero entonces ¿por qué existe tanta inconformidad sobre la propia realidad?

Saber decidir, diferencia el accionar mediocre del que anhela la trascendencia, empuja a la magia del ser y el saber estar, y la verdad inmutable que se deriva de este principio, es que impone una marca personal. La vida se vuelve extraordinaria cuando se involucra la conciencia en cada decisión, se presenta admirable en el largo plazo, completa cuando involucra esfuerzo, y eterna cuando se realiza para el beneficio de los demás. (O)

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