Tuáres sin sotana

CARLOS CONCHA JIJÓN

Parece que la nave que aparentemente gobierna el curita que fue y que ahora no, está en un laberinto de inconsistencias, porque perdió su sotana y se encuentra desprotegido por la leyes, por supuestas falsedades en determinadas certificaciones, que sirvieron para su calificación, como candidato al CPCCS. Tengo la impresión que el impostor y sus acólitos están navegando en medio de una tormenta, sin brújula y sin conocimientos, al vaivén de las olas, con una tripulación mareada, que ha perdido la visión de un horizonte y no saben cómo llegar a algún puerto.

El problema es mayor porque existe una tripulación inexperta, con un desconocimiento total para maniobrar la nave llamada Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que a pesar de tener un instructivo, no saben operarlo, situación peligrosa que los obliga a detener su marcha y al desconocer sus competencias y atribuciones, ruegan al cielo solicitando, como un milagro la capacitación, demostrando con este ejercicio, que no son aptos para dirigir esta institución tan importante en un momento determinado y que hoy muchos sectores coinciden en que debe desaparecer.

En su desesperación pensando en un naufragio, el falso padrecito, con una sotana prestada ha llegado a detener la marcha de la nave, para solicitar ayuda a través de un SOS, a manera de consulta a La Corte Constitucional y a La Procuraduría, para alumbrar su ignorancia, con un rayo de luz de conocimientos.

Mientras tanto la artillería de un juicio político alista sus pertrechos, para dispararlos contra la “congregación” que dirige el padrecito, pues no saben cómo conducir esta nave y la están llevando hacia los arrecifes. De tal manera que la aventura emprendida por estos”marineros”audaces e incompetentes debe terminar, para que sean juzgados, según lo que determinen las causales en la aplicación de las leyes y la justicia.

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