CARLOS CONCHA JIJÓN
Estamos viendo que la mazorca de corrupción institucionalizada en el gobierno del correato, está en proceso de desgrane, poco a poco van saliendo nuevas caras de sinvergüenzas que estaban camuflados. Grano a grano caen todos los días, porque se desprenden de la tusa morbosa, que deja caer los granos contaminados más importantes que fueron los reyes magos de la corrupción, como dirigentes encopetados, cumplidores de las órdenes del genio maligno que ofició de director de la orquesta sinfónica de corrupción del correato.
Los que están denunciando a sus colegas y conocen el teje y maneje de esas pillerías, han procedido a relatar todas las artimañas utilizadas por los depredadores y esperan bajar sus condenas, porque de hecho están comprometidos. Estas páginas secretas están siendo develadas, apareciendo con brillante luminosidad, como la luz espectacular del sol, serán las pruebas para que actúen los jueces y fiscales reemplazantes de todos aquellos que fueron marionetas serviles al régimen mafioso, que merecen también un castigo.
Parece que la astucia que utilizaron estos tejedores de inmoralidad, se está yendo a pique, porque los nombres de los más encopetados de esa banda de mafiosos van saliendo poco a poco, demostrando a la faz de la República, que el gobierno de la revolución no fue tal, ni mucho menos práctica ideológica o política democrática, pero sí quedó la huella imborrable de una argamasa de prebendas nefastas, que fueron el acicate para adueñarse del país, ejerciendo una dictadura camuflada para institucionalizar el terror.
Crearon un aparataje morboso, nombrando a jueces y fiscales que hicieron de la justicia una recadera de consignas, para determinar los fallos perversos impuestos de manera insolente y criminalmente institucionalizados, dorándolos de legalidad, según las truculentas y aberrantes decisiones absolutistas impuestas como leyes irrefutables en el enmarañado y temido círculo de obsecuentes servidores del amo, ordenador de todas las canalladas.