Independencia local

Ricardo Vera Calderón

Han pasado 210 años desde que los patriotas se revelaron ante el reino español, lo que sirvió como un hito para el inicio de la liberación del resto de la región. Así pues, todo lo que hace daño, termina alguna vez, de ahí el famoso dicho “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, por lo que debemos llenarnos de ese espíritu de civismo e independizarnos de otros males que contaminan a nuestra sociedad en tiempo actuales.

Demos la primera señal para liberarnos de la corrupción, que tanto mal le ha hecho a nuestro país y cantón, para lo cual no debemos ser cómplices, ni indiferentes, y peor actores de su nefasto libreto, que involucra a muchos de los niveles de gobierno, tal como se muestran día a día en las portadas de diarios, y titulares de los noticieros de medios televisivos y radiales.

Independicémonos del clientelismo político y social que hace parásitos y amos de un sistema en el que el que está en el ejercicio de la administración pública, es el eje de la economía de un conglomerado, lo que hace a cientos de familias dependientes de su gobernante.

Al igual que nuestros héroes criollos de hace dos siglos, llenémonos de valor para denunciar a los funcionarios públicos que no hacen de manera adecuada su trabajo, utilizando mecanismos de participación ciudadana y de acceso a los sistemas de justicia.

Mostremos señales de que podemos trabajar con honestidad, en equipo, con respeto a las leyes, y en nuestra tierra. Independicémonos de los malos hábitos que contaminan a otros, a nosotros mismos, y al ambiente.

Perdamos ese miedo de hacer algo más por el Cantón, para poder construir esa sociedad justa, productiva, segura, amigable, y humana que todos anhelamos. Hace 200 años nos demostraron que sí se podía. ¿Por qué ahora no?

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