Il Capo

Juan Sebastián Vargas

La interferencia en la justicia por parte de Correa no es casualidad, al mejor estilo de la mafia italiana Rafael Correa lo manejó a su antojo, irónicamente antes de ser presidente atacaba con fuerza a León Febres Cordero justamente por la misma razón cuando en los años 90 el expresidente movía a jueces y fiscales a su beneficio y es que al final de cuentas terminó actuando igual o incluso peor que su acérrimo enemigo de aquel entonces.

Rafael se movía como un ajedrecista, interfería en juicios, en quejas contra jueces y hasta en concursos públicos como denuncia la prensa en esta última semana, sus tentáculos ahora descubiertos por los chats expuestos de su mano derecha la ex asesora Pamela Martínez muestran a un Correa embrutecido por el poder, vigiló 23 procesos judiciales sobre el 30S, se inmiscuía en la elección de notarios, solicitaba a su asesora que intercediera ante magistrados y así una cantidad de barbaries, típicas de un dictador de tercer mundo, se vigilaban a jueces y fiscales que llevaban las causas que podrían afectar a Correa, hasta se encontraron mensajes entre funcionarios con resoluciones aún sin haber sido notificadas, incluso en los chats se demuestran todos los nexos que se mantenían hasta con vocales del Consejo de la Judicatura.

Al momento, el caso más sonado y por el que la Fiscalía ha pedido prisión preventiva para Correa y otros más es el de los “Sobornos 2012-2016 (arroz verde)”, al final de cuentas la investigación pareciera estar llegando a la punta del Iceberg aunque cada vez se van descubriendo más casos de corrupción y de robos descarados como era de esperarse y es que como en toda organización criminal la fiscalía deberá oficiar a los implicados su captura y si están en el exterior a la Interpol para que ubique a estas personas, igualmente deberá adoptar medidas sobre los bienes de los ahora procesados.

Pareciera que la suerte se le terminó a “Il Capo”, y es que luego de haber manejado absolutamente todo el poder y se lo pierde, se genera el mismo efecto de cualquier droga en un individuo adicto, los vuelve locos, se desquician, se enferman, por lo menos así se lo ve en el ático.