Delitos y acciones que no prescriben

MESÍAS MESTANZA SOLANO

Recordarán que anteriormente a la Constitución del año 2008, los delitos y acciones penales prescribían en cinco, diez y hasta en 20 años los sancionados con prisión, reclusión y peculado respectivamente, lo que motivó para que nuestros ecuatorianos comunes y corrientes como los funcionarios públicos después de distraer dineros ajenos desaparecían un buen tiempo, se iban al exterior, se cumplían los plazos y regresaban al país luego de darse la buena vida, y no pasaba absolutamente nada.

Ahora bien, como el derecho avanza conforme lo hace la sociedad y fundamentalmente como el accionar delictivo se va desenvolviendo en nuestro país, el legislador ya hace constar en la Norma Suprema del 2008 y en nuestra ley penal que las servidoras o servidores públicos y los delegados o representantes a los cuerpos colegiados de las instituciones del Estado, estarán sujetos a las sanciones establecidas por delitos de peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento ilícito. La acción para perseguirlos y las penas correspondientes serán imprescriptibles y, en estos casos, los juicios se iniciarán y continuarán incluso en ausencia de las personas acusadas.

Se ha de entender que fue un avance legal como para disuadir a nuestros malos elementos, pero claro, hecha la ley, hecha la trampa…se van antes de hora con el santo y la limosna y nos dejan con las ganas de verlos encarcelados y pagando sus penas; entonces lo que nuestros asambleístas tendrían que hacer es una ley clara para extraditar de otros países a quienes han dilapidado nuestro patrimonio, a la vez que se firmen tratados y convenios internacionales claros también para traerlos o enviarlos a los respectivos países para el juzgamiento; que sea suficiente el llamamiento a juicio con el auto de prisión, y que Interpol sea un Cuerpo Colegiado que goce ojalá de fe pública a efecto de aplicar la ley sin temor ni favor, caso contrario, podemos tener las mejores leyes, pero si no tenemos el apoyo internacional, todo será inútil. Por supuesto que nuestros jueces sean honorables, probos, rectos y de sabios conocimientos, que si los hay, pero contados con los dedos de las manos para hablar con propiedad.

Pregunto amigo lector ¿se enojarán con esto los jueces?…creo que no, más bien se pondrán a pensar en qué grupo están.