Si no doy, no quito

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Nos sorprendió el presidente Moreno con su anuncio de concesionar el Puerto Comercial; esperábamos los esmeraldeños buenas noticias en nuestras fiestas cincoagostinas, mayores rentas, obras importantes, recursos para el nuevo sistema de aguas servidas, filtros industriales para evitar los gases venenosos que emana la refinería, equipamiento del hospital Delfina Torres, solución definitiva al problema del agua potable, en fin, a tantos problema.

No se dio ninguna solución y, por el contrario, en vez de darnos algo se decretó que se nos quita la propiedad del Puerto, para concesionarlo a empresas particulares, es decir, se nos expropia algo nuestro; vale repetir lo dicho por los periodistas, el costo de la construcción del Puerto Comercial de Esmeraldas, fue pagado con las rentas correspondientes a las asignaciones que debe el Gobierno Central a Esmeraldas, queda claro, que no fue obra financiada con dinero del Estado.

Nos oponemos categóricamente a la concesión del Puerto, en virtud de que siempre las concesiones conllevan dar ventajas económicas a los beneficiarios, en perjuicio del propietario, porque reciben un activo o empresa ya construida, con inversión incalculable y en plena producción, con ubicación estratégica para el traslado de mercaderías de cualquier parte del mundo.

Generalmente los países que entregan en concesión algunas de sus empresas, lo hacen por cuanto los inversionistas construyen la empresa a explotar, como el caso del Puerto de Aguas Profundas de Posorja provincia del Guayas, la firma dubaití DP WORLD, ganó el concurso para construir y operar ese puerto por 50 años, pero claro han invertido su dinero propio corriendo riesgo y han generado 1.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos.

Han creado a su alrededor emprendimientos de comedores, almacenes, bares, misceláneos, etc. Defendamos con la vida lo nuestro, nada del 50%, el 100% de la producción del puerto, debe ser para Esmeraldas.

[email protected]