Un plan bien diseñado y ejecutado

Los cuatro miembros del Consejo de Participación Ciudadana, encabezados por el sacerdote José Tuárez, vivieron ayer uno de los episodios parlamentarios más agobiantes de la política local de los últimos tiempos. Largos y tediosos discursos de parte y parte, así como pruebas de cargo y descargo más retóricas que concretas. Una página triste y vergonzosa de la democracia y del republicanismo ecuatoriano.

La Constitución en su Art. 207 dice: “El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social promoverá e incentivará el ejercicio de los derechos relativos a la participación ciudadana, impulsará y establecerá mecanismos de control social en los asuntos de interés público, y designará a las autoridades que le corresponda”. Tamaña responsabilidad.

Más adelante añade el Art. 207: “La selección de las consejeras y los consejeros se realizará de entre los postulantes que propongan las organizaciones sociales y la ciudadanía. El proceso de selección será organizado por el Consejo Nacional Electoral, que conducirá el concurso público de oposición y méritos correspondiente, con postulación, veeduría y derecho, a impugnación ciudadana de acuerdo con la ley”.

Ante lo visto ayer, ¿cómo llegaron estos ciudadanos a ser parte de tan importante poder del Estado? ¿Fallas de nuestro sistema electoral, por un lado, inmadurez de los votantes, por otro? Lo más probable: la ejecución de un plan cuidadosamente diseñado y ejecutado por un partido político interesado en desestabilizar al Gobierno y generar una crisis institucional. Solo así se explica algo tan rocambolesco.


Evidencia de hoy, imaginación de ayer”. William Blake Poeta inglés (1757-1827)¡Qué glorioso regalo es la imaginación y la satisfacción de lo que ofrece!”. Thomas Mann Escritor alemán (1875-1955)