Gabriela Rosero
El triunfo en las elecciones primarias de la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, dejó al mundo muchas interrogantes y varias señales para que quienes se encuentran en el poder puedan analizarla, hoy que están de turno puedan evaluar su conducta y sobre todo valorar que la voluntad ciudadana podría cambiar o resultarles desfavorable.
Sorprendentemente la ganancia en Argentina, podría estar relacionada al regreso de la izquierda progresista en América Latina con el triunfo de la exmandataria.
Observemos, cuando el péndulo cambia de lado todo puede pasar en la política incluso hablando de las persecuciones, las mismas que pueden revertirse en contra de quienes las ejercieron.
La política es sinónimo de servicio y el servicio es sinónimo de valores y principios, estos dos últimos abarcan honestidad, responsabilidad, transparencia, radicalismo, prudencia, respeto, sensibilidad, entre otros tantos, que sin tener que enlistarlos deberían estar implícitos en nuestras conductas de vida.
El ejercicio de la política debe estar basado en la práctica de la ética, los principios y valores deben guiar al político y al funcionario público al tomar sus decisiones.
Otras serían las prácticas políticas sí cada decisión estaría guiada por estos y otra sería nuestra realidad si cada gobernante viviría y serviría con ética y moral.
Para quienes tenemos una práctica de fe cristiana, sabemos que cada decisión política debe ser tomada bajo la luz de la palabra de Dios; de ser así, antivalores como la corrupción sería evitada y de haberlos, combatidos en estricta justicia.
El triunfo en Argentina es una alerta de que podría volver la izquierda al poder, de ocurrir aquello, ¿la izquierda juzgará a los políticos salientes de la derecha como ellos lo hicieron?
Si la izquierda regresa a Brasil, ¿juzgarán a la derecha como ellos lo hicieron con Lula?
En Ecuador, de regresar la izquierda de Correa al poder, ¿ejercerán sobre los actuales mandatarios las mismas acciones políticas que hemos podido ver en el gobierno del presidente Moreno?
Más allá de en donde se incline la balanza, todos quienes están en funciones públicas deben actuar con valores, principios, apegados a la ética y al temor de Dios.