Vías estatales

Ricardo Vera Calderón

Por fin se ven señales de que la ampliación a 4 carriles de los by pass de nuestra Ciudad se empiezan a cristalizar, ya que hay trabajos en los tramos Quito – Quevedo, y Quinindé – Chone, lo que da una esperanza de que el colapsado sistema de tránsito periférico pueda tener una solución parcial.

En lo que respecta al eje Santo Domingo – Alóag, los trabajos parecen eternos en el tramo desde Alóag a Tandapi, que datan de más de 17 años, esperando por el túnel Bombolí, el mismo que medirá 1,7 kilómetros y al cual ya el Gobierno destinó cerca de 30 millones para su ejecución. En el otro tramo Tandapi – La Unión del Toachi, la Prefectura de Pichincha tiene un avance cercano al 40%, donde ya se visualizan tramos terminados los 4 carriles. Penosamente, el tramo que compete a nuestra Provincia, desde la Unión del Toachi, se encuentra estancado por problemas legales derivados de erróneas decisiones. Seguirá siendo un sueño para los cerca de 60 mil usuarios diarios de esta arteria, reducir a menos de dos horas hacer el trayecto a Quito y viceversa.

Por el lado de los corredores hacia Quinindé y El Carmen, se puede ver que la capa de hormigón rígido se mantiene en buen estado, y que fue una decisión correcta haber realizado este tipo de infraestructura, que reemplazó al tradicional asfaltado.

Donde tampoco se ven señales de que hay avances, es en la vía Santo Domingo – Jujan, la misma que el Gobierno la busca ejecutar bajo la modalidad de delegación al sector privado, que consistirá en la rehabilitación y ampliación de los tramos Santo Domingo – Buena Fe (113 km.), y Buena Fe-Babahoyo-Jujan, (130 km.), a un costo de 1,300 millones de dólares.

Los avances son lentos y parciales, pero hay señales. Esperemos que pronto Guayaquil y Quito estén a la vuelta de la esquina.

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