Los 12 kilómetros que a los devotos de la Virgen del Cisne les tocó caminar, desde la parroquia San Pedro de la Bendita hasta la ciudad de Catamayo, sirvieron para agradecer y cumplir con la promesa, de participar en la romería de fe.
Ayer, la imagen arribó -en andas de sus hijos espirituales- a los exteriores de la iglesia María Auxiliadora, a las 14:45, donde el monseñor Walter Heras Segarra, administrador apostólico de la Diócesis de Loja, presidió la misa, en honor a la llegada de la ‘Churonita’, que lució un vestido turquesa. El Niño Jesús tuvo un atuendo similar.
Cánticos y rezos
La imagen de la Virgen fue colocada sobre un templete, en el filo de la esquina de la avenida Bolívar y la calle 24 de Mayo, a media cuadra hacia el norte de la iglesia matriz, para que ella presidiera la misa, en la que sus creyentes la veneraban con cánticos y rezos.
Cuatro horas antes, la imagen llegó a la hacienda Monterrey, de la familia Hidalgo Gutiérrez, donde se celebró otra misa, en la que como todos los años, los devotos aprovecharon para descansar y prepararse para continuar en la romería que congrega a miles y miles de creyentes.
Una historia de fe
Entre los caminantes estaba Rosa Morocho, Manuel Eduardo Moreno y Herminio Chávez Durán, de 76 años. Ellos hicieron la promesa a la Virgen del Cisne de acompañarla en la medida de sus posibilidades.
TOME NOTA
En las calles céntricas de la ciudad de Catamayo se apostaron los vendedores autónomos y ofrecieron diversa mercadería.Rosa, junto a su esposo y sus dos pequeños hijos, acudió al sector El Guayabal, donde queda la hacienda Monterrey, para desde ahí caminar hacia Catamayo. Ella está embarazada de cuatro meses y su estado de gestación es de alto riesgo. Se encomendó a la ‘Churonita’ para que cuide a su hijo y a ella durante su embarazo.
La caminata de don Herminio, oriundo del Azuay, fue entre El Cisne, San Pedro de la Bendita y Catamayo. Ayer tenía programado regresar a su tierra, porque sus fuerzas se agotaron.
Manuel Eduardo Moreno, de Tungurahua, decidió realizar la caminata en agradecimiento a la Virgen del Cisne por tenerlo con salud y poder trabajar para el bien de su familia, que se quedó en Ambato.