Antonio Vaca, el Papá Noel ecuatoriano

Ciudad. Durante un mes la casa es visitada por los latacungueños. Las ofrendas no faltan.
Ciudad. Durante un mes la casa es visitada por los latacungueños. Las ofrendas no faltan.

Antonio Vaca, de 54 años, es un latacungueño de nacimiento pero ciudadano del mundo. Y es un niño, porque cada espacio, lugar y momento lo disfruta al máximo. Migró hace 25 años a Estados Unidos y esa parte de su vida fue la que transformó su corazón, porque lejos de su familia descubrió que el servicio es su vocación. Actualmente tiene una empresa en Estados Unidos. Su primer invierno lejos de su familia y de su tierra, con la primera nevada de su vida, le generaron sentimientos encontrados, la alegría de la Navidad y esa nostalgia. Pero las luces le fascinaron, las decoraciones espectaculares en Nueva York invadieron su corazón. Nació la idea de llevar ese espíritu navideño a su casa, en Latacunga. En 2005 empacó los primeros globos y luces, pero por el peso y el tamaño no pudo llevar los regalos. Cuando sus familiares vieron las maletas se preguntaron qué era. Entonces, armaron juntos los adornos fuera de casa y decoraron el árbol natural que tenía en su jardín. Al transcurrir los años se fueron sumando amigos y familiares solidarios, a los que los llama ‘los duendes’, quienes con meses de anticipación planifican cómo representar el espíritu navideño en la ‘Casa de Papa Noel’. Año tras año todo ha ido creciendo, gracias al trabajo y la colaboración desinteresada de muchos.

Considera que los corazones se han enfriado con esta vida caótica y acelerada, “menos tiempo en familia, más tecnología, pero menos comunicación, y muchos se vuelven huérfanos; esos corazones necesitan de calor de hogar”. Bajo esta concepción, cada año abre las puertas de su casa para que las personas que la visitan revivan el espíritu navideño, donde compartir es lo más importante, sea cual sea el detalle.