Giovanni Carrión Cevallos
Al finalizar los Juegos Panamericanos 2019, los Estados Unidos, Brasil y México se ubicaron, respectivamente, en las tres primeras posiciones del tablero, al conseguir el mayor número de preseas.
En el caso Ecuador, sin duda, fue relevante su participación al colocarse en el puesto Nro. 11, totalizando 10 medallas de oro, 7 de plata y 14 de broce, destacando en las disciplinas de levantamiento de pesas, marcha, aguas abiertas, lucha, atletismo (200 metros) y BMX, espacios en los que la bandera tricolor flameó en lo más alto.
Esto es importante reconocer, más allá que aún falta mucho por recorrer en el afán de explotar al máximo el potencial que tenemos en lo deportivo. Así lo han hecho, por ejemplo, Canadá, Cuba, Argentina, Colombia, Chile, Perú y República Dominicana, que están varios pasos adelante que el Ecuador.
Luego del regreso de las delegaciones a sus respectivos países, éstas han sido objeto de sendas felicitaciones. En este ámbito, llamó gratamente la atención el discurso del presidente mexicano Andrés Manuel López Obredor, al homenajear a sus deportistas que alcanzaron el tercer lugar con 136 medallas y, entre ellas, 37 de oro. Y comenzó otorgando todo el crédito del triunfo a los propios deportistas, a sus familias, entrenadores y compañeros. En estos resultados, según lo dijo el propio López Obrador, poco tuvo que ver el gobierno mexicano, quien –más bien- está en deuda con los deportistas.
Qué importante esta muestra de franqueza y, sobre todo, el compromiso de ayudar con más recursos a los programas de alto rendimiento, así como para la masificación del deporte, lo cual está conectada directamente con un tema de salud pública.
Acá en el Ecuador, penosamente, nos falta mucho por aprender y desaprender cosas. La viveza criolla crece como kikuyo en las jardineras de la politiquería. (O)
@giovannicarrion