Rebelión

Freddy Rodríguez

Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, ex número dos de las FARC, ha anunciado que varios integrantes de esa tenebrosa agrupación han decidido retomar las armas, “bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”. ¿Qué entiende este señor por “derecho universal”? ¿Será para él, quizá, el derecho a matar impunemente a quien piensa diferente? ¿Será tal vez el derecho a cobrar dinero a los familiares de personas víctimas de secuestros y extorsiones? ¿Será acaso el derecho a reclutar, por la fuerza, a casi 17.000 niños y jóvenes, para ‘educarlos’ en la lucha guerrillera? ¿O será tal vez el derecho a aliarse con los narcotraficantes para, cobijados por un supuesto ‘ideal revolucionario’, obtener pingües ganancias y así llevar adelante su ‘proyecto político’? ¿Qué dirán al respecto los millones de colombianos, cuyos padres, hijos, hermanos, cónyuges, abuelos, amigos, murieron por la explosión de una bomba o en medio de una balacera? ¿Qué pensarán, así mismo, los cientos de miles de hermanos colombianos que, desplazados por la guerrilla que se tomó vastos espacios del territorio nacional, se vieron obligados a emigrar a otros lares, dejando atrás sus familias, sus querencias, sus bienes? ¡Tamaña ignominia y desparpajo el del señor Marín Arango!, más conocido en el bajo mundo del hampa como ‘Iván Márquez’. El proceso de paz en Colombia, entusiastamente iniciado por el expresidente Juan Manuel Santos tras más de cincuenta años de cruenta violencia narco guerrillera (que inclusive le valió la concesión del premio Nobel de la Paz), nunca terminó de cuajar, y al interior de la misma Colombia tuvo muchos detractores, quienes criticaron las excesivas concesiones que se hicieron a los exguerrilleros, y la aparente impunidad en la que quedarían la mayoría de sus horrendos crímenes. Le corresponde ahora al presidente Duque reaccionar con firmeza, pero siempre dentro del marco de la Constitución y la ley, para impedir que un nuevo baño de sangre asole al hermano pueblo colombiano. “Casi todos los dictadores más crueles y brutales partieron de un idealismo”. (Doris Lessing)