Recordando la ética y la moral

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Fundamentada en el Pensamiento Lógico y la Ética, con justo derecho me sumo a las reclamaciones y críticas de mis hermanos ecuatorianos por las inequidades que la vida nos presenta en el día a día del tiempo que vivimos. Los crímenes, asaltos, violaciones, robos, atropellos, incendios, maltrato a la dignidad humana de grandes y pequeños y tantas cosas más crecen vertiginosamente en nuestro país a vista y paciencia de muchos y autoridades contemplativas, no se cumplen los protocolos de parte de los Jueces, se pone en riesgo la vida de los ciudadanos.

¿Será que conociéndose la realidad que saboreamos y vivimos vendrán al país más turistas e inversionistas? El andamiaje judicial tiene mucho que ver en el incremento delictivo pues luego de la flagrancia y el proceso de juzgamiento el sindicado de males sale de prisión a delinquir con más astucia, odio, rencor y envenenamiento del alma.

Recuerdo que en época de mi infancia se escuchaba mucho sobre la Ley de Fuga, sobre el Infiernillo, el Panóptico, el confinamiento a las Islas Galápagos y luego dejar al garete para deshacerse del reo. Hoy en día se habla de la cárcel de mayor seguridad que permite por cierto la fuga rápida, ingreso de droga, celulares, televisores, armas, licores y hasta comodidades para sentirse bien, ingresan vehículos llevando algo escondido y no pasa nada. El Hotel Cárcel ya no es temido para muchos, con facilidad ingresan y salen más rápido que inmediatamente.

Diariamente a través de las noticias se observan las persecuciones, estruches, accidentes, desaparecidos, atentados, violaciones, etc., la Policía Nacional cumple con su noble cometido, se exponen en cada caso de persecución y aprehensión y la justicia representada por Jueces sin ética y moral hacen y deshacen a su antojo falseando el juramento profesional y de pronto su limitado saber. El dinero les ingresará con gran facilidad para solventar sus malsanos propósitos?

Muchos se olvidan no solo de los principios éticos sino de la Ley Sagrada que en cualquier momento devorará las malas acciones puestas en práctica en la vida terrena. No hay que olvidar a los tres grandes hombres que cumplieron la palabra y la Ley de Dios: Noé, Daniel y Job ciervos que siempre obedecieron a la normativa que rige la vida de los hombres. Por la fe que mueve montañas para poder cambiar la situación del país debemos orar, de lo contrario podemos seguir peor.