Políticas sociales para Ibarra

POR: Manuel Báez R.

Ibarra, ciudad mágica, hermosa y gentil que lleva en su frente azul la majestad de un constante progreso, declarándose en estrella brillante que tiene la Patria y es buena conductora de la provincia como su excelente capital. Todo esto nos hace soñar permanentemente en el maravilloso concepto forjado por nuestra propia manera de ver unidas cultura, trabajo y voluntad en una sola palabra, Ibarra; y así nos hace ver la historia de una ciudad siempre en marcha.

Por estas hermosas cualidades se convierte en un atractivo de muchas personas que se radican en Ibarra, dando como resultado la heterogeneidad poblacional que necesita un especial tratamiento para unificar los sentimientos hacia una tierra que los recibió como nuevos habitantes.

Para lograr que la nueva población que se radica en Ibarra, es menester que actúe en nuestro favor en vez de hacerlo en contra de nosotros mismos, necesitamos cambiar muchos niveles a la vez, desde la moralidad hasta las prácticas de empleo.

Esto indudablemente es tarea municipal a través de los departamentos de cultura y de comunicación, así se logrará alcanzar el comportamiento social adecuado y eliminar lo que los sociólogos denominan “indiferencia afectiva”.

Es probable que, antes de que pase mucho tiempo, rebasemos en gran medida estas pequeñas adaptaciones. Nadie sabe el resultado que podrían dar estas políticas, pero, al igual que en otras cuestiones, deberíamos estimular públicamente aunque sea en pequeña escala.