Incendio amazónico con cola de cometa

ATILIO RUGEL ALBÁN

A la humanidad del planeta sorprendió y preocupó la forma como enormes lenguas de fuego consumían más de 5 millones de hectáreas de la selva amazónica brasileña que con razón se ha dicho constituye el pulmón del planeta porque contiene un porcentaje del 20% del total de oxígeno que está en el ambiente; pero, además de esto, se suma la pérdida incalculable de un bosque que guarda todas las especies vegetales donde pernoctan todo tipo de animales de agua, tierra y aire, aparte de las poblaciones indígenas no contactadas donde consiguen el sustento de su alimentación; es decir, se ha destruido un ecosistema que será difícil repararlo y tendrá que pasar mucho tiempo.

Quienes permanecemos con la conciencia tranquila y no hemos perdido la capacidad de reflexión, así como tampoco hemos perseguido el poder para convertirnos en flageladores y esclavizadores de una sociedad que asfixiada por la pobreza trata de levantar la moral e iniciar la lucha en contra de tiranías que quieren perpetuarse en el tiempo. Jamás y repito jamás, pensamos los habitantes del planeta que esta debacle fuera provocada por manos criminales.

Todos estos indicativos que allí estuvo puesta la mano del hombre. Y es que la política que manejan ciertos gobiernos que se creen todopoderosos y que no aceptan que lo que se ha dado es una situación irreversible; parece que adoctrinados de una manera equivocada no entienden todavía que en la lucha política existe la ley de contrarios que eso es puro Materialismo Dialéctico. Hoy conocemos que muchas potencias con deseo de seguir dominando al mundo tienen conocimiento de que en el subsuelo hay grandes reservas de minerales que servirían para construir cohetes y lanzarlos al espacio.

También se conoce que existen minas de oro y hay la existencia de un aeropuerto supuestamente construido por los que talan bosques y tienen que llegar a hacer sus investigaciones de la mejor manera. pueden hacerlo. El presidente Bolsonaro con una mentalidad inmadura y porque estaba en contradicción con el gobierno francés de Macron en un principio manifestó que no necesitaba de la ayuda que el G7 había ofrecido en la cantidad de 20 millones de dólares; pero después cambió de opinión y dijo que si este gobierno le pedía disculpas estaría dispuesto a aceptarlos. Antes Gran Bretaña, había proporcionado 12 millones de dólares, igual que Canadá que prestó su ayuda.