La Amazonía en llamas

LUIS REINOSO GARZON

Enorme indignación ha causado los incendios forestales en la Amazonía del Brasil, según informaciones es intencional, deliberado, con el propósito de extender las tierras de cultivo para utilizar en la agricultura, ganadería y minería, sobre todo porque Brasil no quiere perder su hegemonía de ser el primer exportador de carne de res y soya en el mundo, a costa de la reserva biológica más grande que presta servicios indispensables a la humanidad, causando una de las destrucciones más letales e irreparables del planeta.

La selva Amazónica es la más grande reserva de oxígeno, agua, plantas, animales vertebrados, aves, peces de agua dulce, sobre todo miles de millones de microorganismos en el suelo que cumplen funciones vitales, atrapa millones de toneladas de bióxido de carbono y es la fuente principal de alimentos, fibras, mantiene una alta humedad relativa y permite el equilibrio climático del planeta. Pero con este atentado criminal de incendiar estos ecosistemas únicos, no solo están exterminando con las especies, muchas de ellas aún no descubiertas por la ciencia. Además, alrededor de 500 comunidades indígenas viven el ella y algunas han tenido que huir del fuego que se propagó a Perú y Bolivia.

Cuando se quema un bosque, se quema toda una red de vida, por esta razón los habitantes de todas las naciones lamentan y repudian al ver escenas de dolor y muerte de animales inocentes, especialmente cuando lo que se está quemando es la selva tropical más grande del mundo, de la cual el Ecuador es parte junto con ocho países que debemos cuidar de este pulmón. El ser humano está cavando su propia tumba, ya tenemos fenómenos climáticos que aceleran catástrofes inimaginables que ponen en riesgo la vida de todos los seres vivos.