Justicia Y paz

Ángel Polibio Chaves

Benito Juárez decía : “El respeto al derecho ajeno es la paz”, y en una organización social, quien determina el derecho ajeno es la justicia; por eso la justicia constituye condición sine qua non para la paz.

Cuando a diario recibimos noticias de irregularidades en la administración de justicia y lo que es más grave, tenemos evidencias de la forma como el anterior gobierno “metió la mano en la justicia”, debemos clamar porque se haga lo posible por depurar la función judicial ecuatoriana, para que poco a poco nuestro país pueda gozar de una paz sostenible y sostenida.

Mientras exista una sola persona privada de la libertad por sentencia de jueces corruptos expedida para dar gusto al tiranuelo que inventó la fábula del 30 S, será muy difícil que tengamos paz; mientras subsistan aquellos jueces que por ‘conservar el puesto’ se allanaron a los designios de la banda delictiva que nos mal gobernó en la década perdida, es imposible que vivamos en paz.

Es de esperar que el proceso de evaluación de jueces que cursa estos días, nos permita deshacernos de aquellos que ocupan un ‘puesto’ sin merecerlo, porque simplemente es gente que ‘no está en su puesto’, pues por su conducta deberían más bien orientar su habilidad comercial a otras actividades y aún allí, procurar un proceder honesto con sus clientes, porque la administración de justicia no admite conductas clientelares ni ofrecimiento de sentencias al mejor postor.

Dura y difícil es la labor de un juez cuando se la realiza con rectitud y conciencia, y por eso hemos manifestado nuestra conformidad con que se les otorgue condiciones adecuadas de remuneración y medios, pero al mismo tiempo exigimos que quienes tienen en sus manos esta trascendente tarea, la cumplan ajustados estrictamente a la ley y a la moral.

Solamente entonces podremos aspirar a tener paz.