Vega: ‘Evaluación no categorizará ni cerrará universidades’

AUTORIDAD. Silvia Vega es presidenta de la comisión de Universidades y Escuelas Politécnicas, del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior.
AUTORIDAD. Silvia Vega es presidenta de la comisión de Universidades y Escuelas Politécnicas, del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior.

Al nuevo modelo de evaluación de las universidades, la consejera del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Caces), Silvia Vega, lo describe como un cambio de enfoque total al que se tomó en cuenta en 2012, cuando se cerraron más de 10 instituciones. Como presidenta de la comisión de Universidades y Escuelas Politécnicas, a cargo del proceso que iniciará este lunes, dice que las expectativas son positivas. Desde octubre del año anterior se ha construido la normativa, en conjunto con las universidades.

Tenemos la esperanza que desde la evaluación anterior a esta se evidencie un progreso y que se puedan identificar las debilidades que subsisten”. Silvia Vega, consejera del Caces.
En diálogo con La Hora, explicó algunos aspectos que serán analizados en 55 universidades y 22 extensiones, de las que se tendrían informes preliminares el 2 de febrero de 2020.

¿Qué cambios se implementarán en este nuevo modelo?

El paraguas del proceso es el concepto de aseguramiento de la calidad, entendido como un proceso continuo de largo plazo y permanente.

Esta es una evaluación que no va a categorizar a las universidades, sino que las va a acreditar o no. El modelo establece 20 estándares de calidad, centrados en las tres funciones sustantivas de la universidad: la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad.

También hay otro eje que se refiere a las condiciones institucionales de soporte para el desarrollo de las funciones. El modelo es más compacto que los anteriores. Por ejemplo, el modelo del extinto Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad era de 37 indicadores. Antes se acumulaban puntajes, porque el propósito era categorizar.

¿Qué indicadores se incluyeron?

Aparte de los 20 estándares de acreditación, hay siete más que les llamamos proyectivos. Van a ser evaluados sin fines de acreditación. Vamos a tener, a partir de este proceso, una visión de cómo están las universidades frente a aspectos que no son todavía compartidos en el conjunto del sistema. Están: la internacionalización, la innovación, la sinergia entre disciplinas, el uso social del conocimiento, el manejo del archivo.

El Dato
En 2018 tuvo que hacerse una nueva evaluación, pero no se la realizó por la reforma.¿Qué pasará con las que no acrediten?

La Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) establece en su artículo 96.1 que aquellas universidades que resulten no acreditadas serán nuevamente evaluadas hasta en un período de tres años, habiendo cumplido en ese lapso un plan de mejoramiento acompañado por el Caces. Si no acreditaran después de ese tiempo con el plan de mejoras, ahí sí deberán cerrarse.

¿Qué universidades están exentas de la evaluación?

Hay cinco universidades públicas que no van a ser evaluadas: Ikiam, Universidad de las Artes, Yachay, Unae y Amawtay Wasi. Las cuatro primeras no han cumplido su proceso de institucionalización, porque el Consejo de Educación Superior tiene que dar un certificado de que su comisión gestora ha concluido su proceso y da paso al funcionamiento normal con elección de autoridades, y eso no ha ocurrido en ninguna.

En la última, antes era una universidad comunitaria particular, pero con la nueva LOES se transformó en pública. Esto hace que esté en su proceso de reinstitucionalización. También hay una privada, la Universidad del Río, que antes se llamaba Santa María, esta tuvo un cambio de personería jurídica y comenzó un nuevo proceso. Para las universidades privadas lo que establece la Ley es que tienen que haber graduado al menos una promoción, porque uno de los aspectos evaluados es la tasa de titulación, sin graduados no podemos medir. (PCV)

Docentes
Cambios Modelo 2019

Se tomará en cuenta el número de profesores con grado académico de PhD, pero también los docentes con más de una maestría.

Se suprime “Titularidad a tiempo completo”. Se considera que la dedicación varía según las disciplinas.