Honremos a la Patria

CARLOS CONCHA JIJÓN

El mero hecho de haber nacido en un determinado territorio, convierte a este en nuestra Patria y estamos obligados a honrarla, para ser dignos de ella, sirviéndola, respetándola, a través de nuestro comportamiento, guiado por los valores humanos dentro de la colectividad.

Debemos cuidarnos para no caer en las garras de la perversión, porque en ese momento estamos transitando por los caminos del delito, que deshonra, que mancha la dignidad, que ofende, que nos hace vulnerables a la conciencia de la sociedad, que imponente acusa y condena una acción inmoral, dentro de un marco legal, cuando rebasamos determinados límites, marcados en los principios ético- morales.

El ofender a la Patria resulta una acción infamante para ella y para todos, es penetrar a traición un puñal en su corazón y hacer que sangre de vergüenza. Debemos honrar a la Patria agotando nuestro esfuerzo por preservarla en su existencia libre. Nuestra lucha debe conllevar intrínseco los valores sintetizados en el civismo, que nos permitirá abrazarnos a él, con acciones irrenunciables de lucha contra las tiranías, que constituyen plagas que devoran insaciables la democracia, los derechos y libertades de la colectividad.

La libertad no debe morir jamás, siendo un imperativo luchar por ella, porque nos lleva a alcanzar la independencia y con ella una elevada dosis de dignidad. Las raíces de la Patria son profundas en nuestras mentes, llegando a constituirse en una fuerza poderosa que induce a la acción, para hacer respetar los valores que en ella están sintetizados, como poder de respeto a su existencia.

Debemos hacer de la tierra donde nacimos, como si fuera nuestro propio corazón, afincado en nuestros sentimientos, como parte de nuestra idiosincrasia que nos lleva a una férrea alianza entre el ser espiritual y el físico para defenderla, porque sentimos algo así como una solidaridad irrenunciable con ese pedazo de tierra que nos vio nacer.

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