La mujer que le tiene alergia al wifi

CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
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CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)
CASO. Ahora vive en una casa de campo y tiene evita al máximo visitar ciudades. (Foto: telefenoticias.com.ar)

Una mujer de 70 años, de Inglaterra, residente de España, afirma ser alérgica al wifi y a las supuestas radiaciones emitidas por los módems para conectarse a Internet, señala telefenoticias.com.ar.

Todo comenzó hace seis años cuando Rosi Gladwell tuvo un mal día y se sentía debilitada; entonces decidió apagar el wifi de su casa, al igual que todos los celulares. Después, comenzó a sentirse mejor y fue así que se diagnosticó a sí misma como alérgica a los campos electromagnéticos.

Desde entonces, ha modificado diversos aspectos de su vida, pues asegura que la exposición en lugares donde hay redes wifi la debilita, le causa dolores de cabeza e insomnio. Ahora vive en una morada de campo junto con su esposo y tienen la intención de evitar al máximo visitar ciudades.

Este posible padecimiento no cuenta con evidencias que lo cataloguen como una enfermedad, así, la Organización Mundial de la Salud no la reconoce entre sus manuales.

Una mujer de 70 años, de Inglaterra, residente de España, afirma ser alérgica al wifi y a las supuestas radiaciones emitidas por los módems para conectarse a Internet, señala telefenoticias.com.ar.

Todo comenzó hace seis años cuando Rosi Gladwell tuvo un mal día y se sentía debilitada; entonces decidió apagar el wifi de su casa, al igual que todos los celulares. Después, comenzó a sentirse mejor y fue así que se diagnosticó a sí misma como alérgica a los campos electromagnéticos.

Desde entonces, ha modificado diversos aspectos de su vida, pues asegura que la exposición en lugares donde hay redes wifi la debilita, le causa dolores de cabeza e insomnio. Ahora vive en una morada de campo junto con su esposo y tienen la intención de evitar al máximo visitar ciudades.

Este posible padecimiento no cuenta con evidencias que lo cataloguen como una enfermedad, así, la Organización Mundial de la Salud no la reconoce entre sus manuales.

Una mujer de 70 años, de Inglaterra, residente de España, afirma ser alérgica al wifi y a las supuestas radiaciones emitidas por los módems para conectarse a Internet, señala telefenoticias.com.ar.

Todo comenzó hace seis años cuando Rosi Gladwell tuvo un mal día y se sentía debilitada; entonces decidió apagar el wifi de su casa, al igual que todos los celulares. Después, comenzó a sentirse mejor y fue así que se diagnosticó a sí misma como alérgica a los campos electromagnéticos.

Desde entonces, ha modificado diversos aspectos de su vida, pues asegura que la exposición en lugares donde hay redes wifi la debilita, le causa dolores de cabeza e insomnio. Ahora vive en una morada de campo junto con su esposo y tienen la intención de evitar al máximo visitar ciudades.

Este posible padecimiento no cuenta con evidencias que lo cataloguen como una enfermedad, así, la Organización Mundial de la Salud no la reconoce entre sus manuales.

Una mujer de 70 años, de Inglaterra, residente de España, afirma ser alérgica al wifi y a las supuestas radiaciones emitidas por los módems para conectarse a Internet, señala telefenoticias.com.ar.

Todo comenzó hace seis años cuando Rosi Gladwell tuvo un mal día y se sentía debilitada; entonces decidió apagar el wifi de su casa, al igual que todos los celulares. Después, comenzó a sentirse mejor y fue así que se diagnosticó a sí misma como alérgica a los campos electromagnéticos.

Desde entonces, ha modificado diversos aspectos de su vida, pues asegura que la exposición en lugares donde hay redes wifi la debilita, le causa dolores de cabeza e insomnio. Ahora vive en una morada de campo junto con su esposo y tienen la intención de evitar al máximo visitar ciudades.

Este posible padecimiento no cuenta con evidencias que lo cataloguen como una enfermedad, así, la Organización Mundial de la Salud no la reconoce entre sus manuales.