La deforestación

Jaime A. Guzmán

La tala de bosques componente necesario para el crecimiento de la industria maderera.

Frase incomoda, esa. Particularmente molesta cuando uno se pone a pensar que dicha situación indiscriminada con fines comerciales, es un drama global que tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente.

El impacto más catastrófico es sin duda la pérdida de miles de miles de especies de la fauna que están desapareciendo al perder sus condiciones de hábitat, las inundaciones, la erosión y contaminación de la atmosfera.

Sin embargo, esta frase inquietante forma parte de toda receta “creativa” donde se lucen ciertos “artistas” en la construcción de todo tipo de muebles decorativos y otros.

El problema-pienso- no tiene una solución inmediata y todo lo que en contrario se dice, es mentira. Los seres humanos seguiremos en esta línea mientras esta actividad siga siendo un negocio con oportunidades y un imán para hacer dinero.

Un autor anónimo expresa: “Si un cambio de lentes mejora tu vista, un cambio de pensamiento mejorará tu vida”. Eso está ahora al alcance de todos nosotros. Por tanto, el desafío, sin descuidar la reforestación y la utilización de medios alternativos a la madera, la única solución posible es “iniciar procesos para reformular actitudes, valores, prácticas de los individuos entre si y de la sociedad en relación con la responsabilidad con la naturaleza, para protegerla y conservarla”.

Un amigo mío, especialista en este campo, coincidentemente, cuando estaba escribiendo este comentario, me dijo: “Lo que tú propones es una corresponsabilidad de todos”. Deduciendo que esto es una verdad, todos tenemos el compromiso de unirnos en este trabajo. (O)

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