Contra la violencia y el chantaje

Desmanes de todo tipo: asaltos, robos, saqueos, daños millonarios a la propiedad pública y privada, deja el paro. La delincuencia se manifestó con fuerza. La Policía Nacional dio el frente y en ocasiones se vio desbordada por la violencia irracional de los “protestantes”. Mientras, sus cabecillas y mentalizadores no asomaron, quedaron ocultos en una retaguardia vergonzosa.
Las pérdidas aún no se pueden cuantificar en su totalidad. Sin embargo, la población se llevó la peor parte. Miles de ciudadanos debieron ir a pie o en vehículos inapropiados, cubriendo largas distancias, a sus trabajos. Los actos vandálicos, el robo y la destrucción contra la propiedad privada, ¿quién deberá pagarlos? ¿Acaso los dirigentes y la jerarquía empresarial que se escuda en ellos?

Como se ha publicado exhaustivamente, en los últimos diez años ningún sector de la economía ha gozado de más privilegios que el transporte. Los subsidios que ha recibido, desde los otorgados por las alcaldías hasta el gobierno central, constituyen una onerosa carga para el Estado. Nuestros impuestos han beneficiado, desde hace mucho tiempo, a los jerarcas del transporte en todo el país.

El Presidente ha dicho que “no le tiembla la mano” en la tarea de transformar el país, en restaurar la democracia y las instituciones, y luchar contra crímenes como la corrupción. “Este país hay que transformarlo, me ha correspondido hacerlo y no me tiembla la mano”, dijo ayer. Ante el chantaje y los intentos de desestabilización a los que se somete a Ecuador, tampoco debe temblarle.


Si el cántaro da en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro”. Ramón J. Sénder Escritor español (1902-1982)

La amenaza del más fuerte me hace siempre ponerme al lado del más débil”. René de Chateaubriand Diplomático y escritor francés (1768-1848)