Una burda estafa

Fredy Cueva Castillo

En el diario La Nación, se hace referencia a una información que parece inofensiva pero tiene un gran trasfondo, una persona publica en Facebook la imagen de un niño con una camiseta en la cual se lee el siguiente mensaje ”consiéntanme porque mi sonrisa tiene varias externalidades”, la palabra consiéntanme estaba tachada y reemplazada por “subsídiame”.

Aunque esto parezca un chiste para economistas, deja entrever claramente un mensaje muy importante, a todos los seres humanos nos gusta que nos “consientan”, que nos regalen cosas para sentirnos más felices, poco nos importa conocer si la persona que nos regala “subsidia” podría hacer mejor uso de este regalo incluso para su propio bienestar.

Pero bueno, hasta ahí todo va bien, el problema se da cuando nos obligan a realizar ese regalo, sin saber a quién y bajo qué circunstancias va a recibir ese beneficio y si esta acción generará las suficientes externalidades positivas para que se justifique este regalo.

El sentido común dice que nadie merece un subsidio por estar en una actividad particular o por producir determinado tipo de bienes, usar subsidios para compensar las fallas del mercado y deficiencias productivas de ciertos grupos de interés siempre generarán un resultado tremendamente adverso para la gran masa de consumidores.

El subsidio a los combustibles es un claro ejemplo de esa tergiversación de la economía, obligarnos a los ecuatorianos a pagar tasas arancelarias altísimas para fondear al estado para que a su vez éste nos subsidie la gasolina y el diésel, no es más que una burda estafa y nuestra ancla al subdesarrollo ya que esto lo único que genera es pérdida de competitividad de todo el aparato productivo del país.

No entender esto, es altamente preocupante, ver a gente gritando enloquecida por la eliminación de un subsidio, no es solo penoso, sino, que deprime el espíritu al ver el bajísimo nivel de entendimiento de aspectos elementales de la economía de un país.

No podemos vivir en una burbuja absurda, el Ecuador debe darse una oportunidad al sincerar su economía. (O)

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