Buscando salvar el mundo

Lucía Margarita Figueroa Robles

Mientras nuestro país sufre una dura realidad que nos aqueja a los ecuatorianos, frente a un modelo populista que nos ha gobernado durante largos años a varios países iberoamericanos, en el llamado “populismo del siglo XXI” en donde claramente nos enfrentamos a un tema controversial, cuyas estrategias se basan en un liderazgo personalista enérgico, junto al imparable discurso que sabe construir explicaciones convincentes en un mundo en crisis, sosteniendo historias con héroes y villanos que le dan sentido a una historieta de ciencia ficción, que llega a enganchar a un considerable público que espera tras los telones comiendo palomitas de maíz y coca cola.

Lo cierto es que han surgido muchos analistas económicos, políticos y comunicólogos expertos por todos lados; desde los hogares algunas familias se pelean defendiendo una postura u otra; los amigos se injurian desde los grupos de WhatsApp por seguir creyendo en los superhéroes que nos han llevado hasta la situación lamentable que vivimos; muchos jóvenes o comunidades son sugestionadas y/o adiestradas por grupos de poder para actuar como marionetas cuando se visualiza que no hay convicción de por medio; y lo que se observa en redes sociales durante esta semana que culmina ha sido análogo, reporteros por todos lados que saben más que los propios canales que hacen las coberturas en tiempo real. Personas que en ocasiones tergiversan la información a través de Twitter o Facebook, comparten imágenes de años anteriores, videos editados, comunicados que lejos están de pertenecer a nuestra nación, etc.

Así han surgido cientos de individuos que buscan salvar el mundo a través de memes, videos, frasecitas inventadas, motivaciones, insultos a quienes les cuestionen, aprovechando que con la tecnología ahora la gente tiene el poder de expresar sus quejas, compartir disfraces y seguir a quienes hagan eco de ello. Esta fuerza transformadora del mundo definitivamente está provocando enormes cambios sociales que deberían preocuparnos. (O)

[email protected]