Saqueos, asaltos, vandalismo y ley de la selva

Vivimos sin Dios y sin Ley, un Estado donde en nombre de una mala entendida democracia, la libertad se convierte en libertinaje y con una hipocresía que rompe el pecho; los falsos dirigentes sindicalistas de todos los estratos y muy particularmente los del gremio del volante donde muchos son ricos, poseedores de varias unidades de transporte y que llevan más de 15 años ejerciendo dignidades a través de la historia, algunos vendieron los movimientos y bien conocemos que cuando se trata de mantener dolarizado al país que es una moneda dura, entonces surgen estos falsos héroes de papel que quieren conducirnos a la tragedia que vive Venezuela, Argentina y otros hechos aislados. Hay un principio universal que dice:

¡Qué buen ciudadano es el que mide sus derechos con la regla de sus deberes! ¿acaso esa regla se cumple? Pero como dice un dicho del argot popular: en río revuelto ganancia de pescadores. Métanse en la cabeza que los Estados progresan con trabajo y no convulsionando al pueblo y deteniendo su marcha. Que no nos vean la cara ‘de…’ que somos fácil de engañarnos o es que ustedes creen que pertenecen a otra galaxia donde el libre albedrío no mide las consecuencias de atacar edificios, obstruir calles, insultar a quienes no comparten sus criterios, destruir vehículos particulares y cuando la Policía los detiene por sus inequidades piden disculpa entre los acuerdos a que llegan cuando terminan los paros.

El pueblo también se cansa de tanta basura que dirigen la política del Estado y es necesario que se los elimine del mapa político. Todo reclaman, con nada están conformes y a través de muchos años se subsidiaron combustibles, gas y ciertos alimentos y allí sí estaban contentos y jamás protestaron contra Correa ni le hicieron huelga. Y nos preguntamos ¿quién responde por los bienes que perdieron comerciantes que se endeudan para poner negocios? La respuesta la tengo: que paguen los dirigentes del transporte que son los causantes de estos desatinos. Un carro que trae legumbres de Ambato que cobraba por decir $500 de flete, al subirle $1 más al diésel y como el consumo no supera entre ida y vuelta más de 70 galones, solo se afecta con $70 el valor, pero los señores del transporte pesado quieren arreglar a su manera que los fletes suban en un 30%, esto es aumentar ganancias sobre ganancias de lo que anteriormente recibían.