Chaguarmishqui, el dulce sabor de la tradición

TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)
TRABAJADORAS. Las mujeres indígenas de Cayambe se dedican a extraer el chaguarmishqui del penco. (Foto: mishkyhuarmy.com)

Las mujeres de las comunidades cayambeñas Pitaná, Pingulmí, Cuniburo y Guachalá aún recogen el líquido que segrega el penco azul, usado ancestralmente como endulzante natural.

El jugo extraído, conocido como chaguarmishqui, es procesado a baja temperatura para conservar sus propiedades y obtener un endulzante natural (miel) que sirve de ingrediente principal para realizar mermeladas y conservas naturales con uvillas, ají, jengibre y otros productos, tratando de recrear sabores que se mantienen en nuestra gastronomía desde hace cientos de años.

El chaguarmishqui, que es la savia del penco, una planta andina, ha sido, desde siempre, consumido como suplemento alimenticio. Entre sus propiedades beneficiosas está su contenido de hierro, fósforo y calcio.

Una buena planta
En estas comunidades, grupos de mujeres buscan rescatar la tradición de extraer el chaguarmishqui, para reavivar y fortalecer los saberes ancestrales y la identidad cultural de los pueblos andinos. La costumbre milenaria ha pasado de generación en generación, pero en las últimas se ha ido perdiendo el interés por esta actividad.

Dentro de los proyectos para revitalizar y revalorizar la tarea de recolectar el chaguarmishqui, está la reforestación del penco usando los terrenos improductivos, para reemplazar la siembra de eucalipto. (DLH)

Las mujeres de las comunidades cayambeñas Pitaná, Pingulmí, Cuniburo y Guachalá aún recogen el líquido que segrega el penco azul, usado ancestralmente como endulzante natural.

El jugo extraído, conocido como chaguarmishqui, es procesado a baja temperatura para conservar sus propiedades y obtener un endulzante natural (miel) que sirve de ingrediente principal para realizar mermeladas y conservas naturales con uvillas, ají, jengibre y otros productos, tratando de recrear sabores que se mantienen en nuestra gastronomía desde hace cientos de años.

El chaguarmishqui, que es la savia del penco, una planta andina, ha sido, desde siempre, consumido como suplemento alimenticio. Entre sus propiedades beneficiosas está su contenido de hierro, fósforo y calcio.

Una buena planta
En estas comunidades, grupos de mujeres buscan rescatar la tradición de extraer el chaguarmishqui, para reavivar y fortalecer los saberes ancestrales y la identidad cultural de los pueblos andinos. La costumbre milenaria ha pasado de generación en generación, pero en las últimas se ha ido perdiendo el interés por esta actividad.

Dentro de los proyectos para revitalizar y revalorizar la tarea de recolectar el chaguarmishqui, está la reforestación del penco usando los terrenos improductivos, para reemplazar la siembra de eucalipto. (DLH)

Las mujeres de las comunidades cayambeñas Pitaná, Pingulmí, Cuniburo y Guachalá aún recogen el líquido que segrega el penco azul, usado ancestralmente como endulzante natural.

El jugo extraído, conocido como chaguarmishqui, es procesado a baja temperatura para conservar sus propiedades y obtener un endulzante natural (miel) que sirve de ingrediente principal para realizar mermeladas y conservas naturales con uvillas, ají, jengibre y otros productos, tratando de recrear sabores que se mantienen en nuestra gastronomía desde hace cientos de años.

El chaguarmishqui, que es la savia del penco, una planta andina, ha sido, desde siempre, consumido como suplemento alimenticio. Entre sus propiedades beneficiosas está su contenido de hierro, fósforo y calcio.

Una buena planta
En estas comunidades, grupos de mujeres buscan rescatar la tradición de extraer el chaguarmishqui, para reavivar y fortalecer los saberes ancestrales y la identidad cultural de los pueblos andinos. La costumbre milenaria ha pasado de generación en generación, pero en las últimas se ha ido perdiendo el interés por esta actividad.

Dentro de los proyectos para revitalizar y revalorizar la tarea de recolectar el chaguarmishqui, está la reforestación del penco usando los terrenos improductivos, para reemplazar la siembra de eucalipto. (DLH)

Las mujeres de las comunidades cayambeñas Pitaná, Pingulmí, Cuniburo y Guachalá aún recogen el líquido que segrega el penco azul, usado ancestralmente como endulzante natural.

El jugo extraído, conocido como chaguarmishqui, es procesado a baja temperatura para conservar sus propiedades y obtener un endulzante natural (miel) que sirve de ingrediente principal para realizar mermeladas y conservas naturales con uvillas, ají, jengibre y otros productos, tratando de recrear sabores que se mantienen en nuestra gastronomía desde hace cientos de años.

El chaguarmishqui, que es la savia del penco, una planta andina, ha sido, desde siempre, consumido como suplemento alimenticio. Entre sus propiedades beneficiosas está su contenido de hierro, fósforo y calcio.

Una buena planta
En estas comunidades, grupos de mujeres buscan rescatar la tradición de extraer el chaguarmishqui, para reavivar y fortalecer los saberes ancestrales y la identidad cultural de los pueblos andinos. La costumbre milenaria ha pasado de generación en generación, pero en las últimas se ha ido perdiendo el interés por esta actividad.

Dentro de los proyectos para revitalizar y revalorizar la tarea de recolectar el chaguarmishqui, está la reforestación del penco usando los terrenos improductivos, para reemplazar la siembra de eucalipto. (DLH)