Me dueles mi Ecuador

Gabriela Rosero

Siempre me he sentido orgullosa de ser ecuatoriana y hoy a pesar de las circunstancias tan difíciles que está viviendo mi Ecuador no es la excepción.

Lo que hoy estamos viviendo en el país es parte de nuestra historia, las medidas económicas impuestas por varios gobiernos de turno no han favorecido a los más necesitados ni a los más desprotegidos, siempre han velado por sus propios intereses, tristemente estos son los resultados, ver como el pueblo lucha contra el mismo pueblo.

Como me dueles mi Ecuador, aunque se derogue el Decreto 883 el país ya jamás será el mismo, una vez más ganó la ignorancia, la corrupción, la politiquería, la división de clases sociales, la violencia, el abuso de poder.

Con actos como el vandalismo que estamos viviendo en las últimas horas perdemos la soberanía, ese no es el camino; ecuatorianos la lucha es del pueblo contra los mal llamados políticos o gobernantes, lamentablemente somos nosotros quienes les dimos nuestro voto en las urnas y les entregamos la confianza de dirigir el destino de nuestro país, por eso llamo a la conciencia de todos y cada uno de ustedes para que nuestro voto sea responsable, analítico y crítico.

Si volvemos al pasado recordemos como fueron los gobiernos de Mahuad, Alarcón, Bucarán, Gutiérrez, Palacio, Correa y ahora Moreno, pero analicemos aún más profundamente si estamos cumpliendo bien nuestro rol como ciudadanos responsables para aportar al desarrollo de nuestra comunidad, parroquia, cantón, provincia y país.

El cambio empieza desde casa, cuando les enseñamos a nuestros hijos a ser honestos, responsables, a que los principios no son negociables y que el robar, mentir y ser vagos es parte del subdesarrollo, cuando hagamos esto, ahí empezará a cambiar la historia del Ecuador y del mundo; he ahí la importancia de que las actuales y futuras generaciones conozcan nuestra historia para que esta crisis no se vuelva a repetir.

Me solidarizo con todas las familias ecuatorianas de militares, de policías, de transportistas, de nuestros hermanos indígenas, que mientras tu y yo estamos cómodamente viendo de lejos lo que sucede en nuestro país muchos de ellos están arriesgando su vida por devolverle al Ecuador su dignidad y soberanía.

Gabriela Rosero

Siempre me he sentido orgullosa de ser ecuatoriana y hoy a pesar de las circunstancias tan difíciles que está viviendo mi Ecuador no es la excepción.

Lo que hoy estamos viviendo en el país es parte de nuestra historia, las medidas económicas impuestas por varios gobiernos de turno no han favorecido a los más necesitados ni a los más desprotegidos, siempre han velado por sus propios intereses, tristemente estos son los resultados, ver como el pueblo lucha contra el mismo pueblo.

Como me dueles mi Ecuador, aunque se derogue el Decreto 883 el país ya jamás será el mismo, una vez más ganó la ignorancia, la corrupción, la politiquería, la división de clases sociales, la violencia, el abuso de poder.

Con actos como el vandalismo que estamos viviendo en las últimas horas perdemos la soberanía, ese no es el camino; ecuatorianos la lucha es del pueblo contra los mal llamados políticos o gobernantes, lamentablemente somos nosotros quienes les dimos nuestro voto en las urnas y les entregamos la confianza de dirigir el destino de nuestro país, por eso llamo a la conciencia de todos y cada uno de ustedes para que nuestro voto sea responsable, analítico y crítico.

Si volvemos al pasado recordemos como fueron los gobiernos de Mahuad, Alarcón, Bucarán, Gutiérrez, Palacio, Correa y ahora Moreno, pero analicemos aún más profundamente si estamos cumpliendo bien nuestro rol como ciudadanos responsables para aportar al desarrollo de nuestra comunidad, parroquia, cantón, provincia y país.

El cambio empieza desde casa, cuando les enseñamos a nuestros hijos a ser honestos, responsables, a que los principios no son negociables y que el robar, mentir y ser vagos es parte del subdesarrollo, cuando hagamos esto, ahí empezará a cambiar la historia del Ecuador y del mundo; he ahí la importancia de que las actuales y futuras generaciones conozcan nuestra historia para que esta crisis no se vuelva a repetir.

Me solidarizo con todas las familias ecuatorianas de militares, de policías, de transportistas, de nuestros hermanos indígenas, que mientras tu y yo estamos cómodamente viendo de lejos lo que sucede en nuestro país muchos de ellos están arriesgando su vida por devolverle al Ecuador su dignidad y soberanía.

Gabriela Rosero

Siempre me he sentido orgullosa de ser ecuatoriana y hoy a pesar de las circunstancias tan difíciles que está viviendo mi Ecuador no es la excepción.

Lo que hoy estamos viviendo en el país es parte de nuestra historia, las medidas económicas impuestas por varios gobiernos de turno no han favorecido a los más necesitados ni a los más desprotegidos, siempre han velado por sus propios intereses, tristemente estos son los resultados, ver como el pueblo lucha contra el mismo pueblo.

Como me dueles mi Ecuador, aunque se derogue el Decreto 883 el país ya jamás será el mismo, una vez más ganó la ignorancia, la corrupción, la politiquería, la división de clases sociales, la violencia, el abuso de poder.

Con actos como el vandalismo que estamos viviendo en las últimas horas perdemos la soberanía, ese no es el camino; ecuatorianos la lucha es del pueblo contra los mal llamados políticos o gobernantes, lamentablemente somos nosotros quienes les dimos nuestro voto en las urnas y les entregamos la confianza de dirigir el destino de nuestro país, por eso llamo a la conciencia de todos y cada uno de ustedes para que nuestro voto sea responsable, analítico y crítico.

Si volvemos al pasado recordemos como fueron los gobiernos de Mahuad, Alarcón, Bucarán, Gutiérrez, Palacio, Correa y ahora Moreno, pero analicemos aún más profundamente si estamos cumpliendo bien nuestro rol como ciudadanos responsables para aportar al desarrollo de nuestra comunidad, parroquia, cantón, provincia y país.

El cambio empieza desde casa, cuando les enseñamos a nuestros hijos a ser honestos, responsables, a que los principios no son negociables y que el robar, mentir y ser vagos es parte del subdesarrollo, cuando hagamos esto, ahí empezará a cambiar la historia del Ecuador y del mundo; he ahí la importancia de que las actuales y futuras generaciones conozcan nuestra historia para que esta crisis no se vuelva a repetir.

Me solidarizo con todas las familias ecuatorianas de militares, de policías, de transportistas, de nuestros hermanos indígenas, que mientras tu y yo estamos cómodamente viendo de lejos lo que sucede en nuestro país muchos de ellos están arriesgando su vida por devolverle al Ecuador su dignidad y soberanía.

Gabriela Rosero

Siempre me he sentido orgullosa de ser ecuatoriana y hoy a pesar de las circunstancias tan difíciles que está viviendo mi Ecuador no es la excepción.

Lo que hoy estamos viviendo en el país es parte de nuestra historia, las medidas económicas impuestas por varios gobiernos de turno no han favorecido a los más necesitados ni a los más desprotegidos, siempre han velado por sus propios intereses, tristemente estos son los resultados, ver como el pueblo lucha contra el mismo pueblo.

Como me dueles mi Ecuador, aunque se derogue el Decreto 883 el país ya jamás será el mismo, una vez más ganó la ignorancia, la corrupción, la politiquería, la división de clases sociales, la violencia, el abuso de poder.

Con actos como el vandalismo que estamos viviendo en las últimas horas perdemos la soberanía, ese no es el camino; ecuatorianos la lucha es del pueblo contra los mal llamados políticos o gobernantes, lamentablemente somos nosotros quienes les dimos nuestro voto en las urnas y les entregamos la confianza de dirigir el destino de nuestro país, por eso llamo a la conciencia de todos y cada uno de ustedes para que nuestro voto sea responsable, analítico y crítico.

Si volvemos al pasado recordemos como fueron los gobiernos de Mahuad, Alarcón, Bucarán, Gutiérrez, Palacio, Correa y ahora Moreno, pero analicemos aún más profundamente si estamos cumpliendo bien nuestro rol como ciudadanos responsables para aportar al desarrollo de nuestra comunidad, parroquia, cantón, provincia y país.

El cambio empieza desde casa, cuando les enseñamos a nuestros hijos a ser honestos, responsables, a que los principios no son negociables y que el robar, mentir y ser vagos es parte del subdesarrollo, cuando hagamos esto, ahí empezará a cambiar la historia del Ecuador y del mundo; he ahí la importancia de que las actuales y futuras generaciones conozcan nuestra historia para que esta crisis no se vuelva a repetir.

Me solidarizo con todas las familias ecuatorianas de militares, de policías, de transportistas, de nuestros hermanos indígenas, que mientras tu y yo estamos cómodamente viendo de lejos lo que sucede en nuestro país muchos de ellos están arriesgando su vida por devolverle al Ecuador su dignidad y soberanía.