‘Alguien respondió al teléfono de mi hermano muerto’

DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.
DUELO. Ruth perdió a su hermano Mike, pero seguía enviándole mensajes.

Cuando un ser querido muere, para muchas personas es difícil dejarlo ir y algunas intentan mantener una conexión de cualquier manera. La estadounidense Ruth Murray, durante seis meses, encontró consuelo enviando mensajes de texto al número de teléfono que pertenecía a su hermano Mike, en una forma de mantenerse cerca de él después de su muerte, según contó la BBC en su página web.

La mujer de 36 años de Minneapolis nunca esperó una respuesta. Así que, a fines de septiembre, cuando su teléfono sonó con un mensaje desde el número que había agendado por años como ‘brothaboo’ (un apodo cariñoso que tenía para Mike), se le hizo un nudo en el estómago.

Ella le había enviado un mensaje de texto unas horas antes diciendo: “Te extraño mucho. Dios. Qué demonios”. Pero una desconocida, Amber Leinweber, de 32 años, de Oshkosh, Wisconsin, resultó ser un regalo del cielo para que Ruth se desahogue. Por casualidad, Leinweber recibió el viejo número de Mike cuando sus jefes le dieron un teléfono de trabajo. Cuando Amber se dio cuenta por lo que Ruth estaba pasando, le dijo que le “enviara un mensaje de texto en cualquier momento que lo necesitase”, y agregó: “Sé que no nos conocemos, pero (no) me importa ser tu consuelo”. Así se hicieron amigas.

Cuando un ser querido muere, para muchas personas es difícil dejarlo ir y algunas intentan mantener una conexión de cualquier manera. La estadounidense Ruth Murray, durante seis meses, encontró consuelo enviando mensajes de texto al número de teléfono que pertenecía a su hermano Mike, en una forma de mantenerse cerca de él después de su muerte, según contó la BBC en su página web.

La mujer de 36 años de Minneapolis nunca esperó una respuesta. Así que, a fines de septiembre, cuando su teléfono sonó con un mensaje desde el número que había agendado por años como ‘brothaboo’ (un apodo cariñoso que tenía para Mike), se le hizo un nudo en el estómago.

Ella le había enviado un mensaje de texto unas horas antes diciendo: “Te extraño mucho. Dios. Qué demonios”. Pero una desconocida, Amber Leinweber, de 32 años, de Oshkosh, Wisconsin, resultó ser un regalo del cielo para que Ruth se desahogue. Por casualidad, Leinweber recibió el viejo número de Mike cuando sus jefes le dieron un teléfono de trabajo. Cuando Amber se dio cuenta por lo que Ruth estaba pasando, le dijo que le “enviara un mensaje de texto en cualquier momento que lo necesitase”, y agregó: “Sé que no nos conocemos, pero (no) me importa ser tu consuelo”. Así se hicieron amigas.

Cuando un ser querido muere, para muchas personas es difícil dejarlo ir y algunas intentan mantener una conexión de cualquier manera. La estadounidense Ruth Murray, durante seis meses, encontró consuelo enviando mensajes de texto al número de teléfono que pertenecía a su hermano Mike, en una forma de mantenerse cerca de él después de su muerte, según contó la BBC en su página web.

La mujer de 36 años de Minneapolis nunca esperó una respuesta. Así que, a fines de septiembre, cuando su teléfono sonó con un mensaje desde el número que había agendado por años como ‘brothaboo’ (un apodo cariñoso que tenía para Mike), se le hizo un nudo en el estómago.

Ella le había enviado un mensaje de texto unas horas antes diciendo: “Te extraño mucho. Dios. Qué demonios”. Pero una desconocida, Amber Leinweber, de 32 años, de Oshkosh, Wisconsin, resultó ser un regalo del cielo para que Ruth se desahogue. Por casualidad, Leinweber recibió el viejo número de Mike cuando sus jefes le dieron un teléfono de trabajo. Cuando Amber se dio cuenta por lo que Ruth estaba pasando, le dijo que le “enviara un mensaje de texto en cualquier momento que lo necesitase”, y agregó: “Sé que no nos conocemos, pero (no) me importa ser tu consuelo”. Así se hicieron amigas.

Cuando un ser querido muere, para muchas personas es difícil dejarlo ir y algunas intentan mantener una conexión de cualquier manera. La estadounidense Ruth Murray, durante seis meses, encontró consuelo enviando mensajes de texto al número de teléfono que pertenecía a su hermano Mike, en una forma de mantenerse cerca de él después de su muerte, según contó la BBC en su página web.

La mujer de 36 años de Minneapolis nunca esperó una respuesta. Así que, a fines de septiembre, cuando su teléfono sonó con un mensaje desde el número que había agendado por años como ‘brothaboo’ (un apodo cariñoso que tenía para Mike), se le hizo un nudo en el estómago.

Ella le había enviado un mensaje de texto unas horas antes diciendo: “Te extraño mucho. Dios. Qué demonios”. Pero una desconocida, Amber Leinweber, de 32 años, de Oshkosh, Wisconsin, resultó ser un regalo del cielo para que Ruth se desahogue. Por casualidad, Leinweber recibió el viejo número de Mike cuando sus jefes le dieron un teléfono de trabajo. Cuando Amber se dio cuenta por lo que Ruth estaba pasando, le dijo que le “enviara un mensaje de texto en cualquier momento que lo necesitase”, y agregó: “Sé que no nos conocemos, pero (no) me importa ser tu consuelo”. Así se hicieron amigas.