La conducta humana

El ambiente en el que vivimos no es simplemente el escenario de nuestras acciones, sino que hace que seamos como somos. Las personas son el resultado de nuestra interacción y adaptación al medio en el que vivimos, nuestras acciones libres, voluntarias y democráticas hacen que no seamos seres autónomos, sumisos o ejecutores de órdenes con una personalidad débil. Muchos odian sus trabajos, pero siguen en ellos por las consecuencias que se derivan al no tener trabajo y de no disponer de ingresos económicos; es decir, se someten al control hostil, amenazante y condicionado de la “autoridad” a cambio de incentivos económicos o jerárquicos, creando así las condiciones para delinquir. Vivimos en comunidades o grupos sociales que exigen cierta cantidad de control, ¿no sería mejor admitir que no somos tan libres y autónomos como nos gustaría ser y estar abiertos y dispuestos a elegir las formas de control a las que estamos dispuestos a someternos? El castigo, la mentira o el engaño es la manera más torpe de tratar a la gente para que cumpla un trabajo, se integre a un grupo social o se someta al orden constituido. La sociedad necesita cambiar la conducta de la gente con acciones, oportunidades y alternativas que generen confianza, responsabilidad, seguridad y bienestar social y familiar que vaya mucho más allá de la libertad y la dignidad. El diseño de mejores entornos sociales y comunitarios hace mejores a los seres humanos, estimula a las personas para que actúen de manera distinta, racional y correcta y eso solo se logra con el ejemplo, viviendo en libertad y practicando la democracia. ¿Qué ejemplo está recibiendo Ecuador de la revolución ciudadana donde los intereses personales, la mediocridad, la corrupción y el desprestigio son mucho más fuertes que la razón y la decencia?

Dr. Rodrigo Contero Peñafiel
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