Asamblea propone fiscalizar a quienes generaron la crisis

INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.
INTENSIDAD. Las intervenciones de los asambleístas estuvieron cargadas de emotividad por los heridos y muertos durante las protestas.

La Asamblea planteó ayer la conformación de una comisión ocasional multipartidista para investigar los hechos de violencia durante los 11 días de manifestaciones, en rechazo a las medidas económicas del Gobierno. El objetivo: fiscalizar las medidas tomadas por el Estado y realizar un seguimiento a las resoluciones adoptadas en el proceso de diálogo.

Lo hizo después de que se vertieron acusaciones entre las bancadas legislativas y de que se cuestionó la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel. Los asambleístas sesionaron después de más de una semana sin trabajar por falta de garantías, según el presidente, César Litardo.

La regla para el debate fue: que se dé dentro del respeto. Y así fue. Pero el tono de voz incrementaba con cada participación, independientemente de la bandera política, y salían palabras encrespadas.

Con timbres elevados se rechazaba la violencia, el presunto intento de golpe de Estado, la discriminación a los indígenas, el Decreto 883, la actuación del presidente, Lenín Moreno, las agresiones, la represión policial, la ineficacia del centro de inteligencia, el silencio de la Asamblea.

“Dejemos de echarnos la culpa y miremos nosotros, como asambleístas, ¿qué hemos hecho?”, cuestionaba la legisladora Ana Belén Marín (AP-aliados), quien se lamentaba que el diálogo entre el Gobierno y los indígenas no se haya dado antes para evitar las muertes.

Raúl Tello (BADI) coincidía. “Ahora tardíamente estamos en una especie de lavado de cara”, decía, después de que Kharla Chávez (independiente) insistía en que “el primer Poder del Estado no debió abstraerse”.

Acusaciones
Eliseo Azuero (BADI) señaló que el movimiento indígena había sido infiltrado “por gente que tenía mucho dinero y que sigue el mismo libreto que ha desbaratado la economía de Venezuela y Nicaragua”.

Luis Pachala (CREO) se mantenía en que los indígenas no fueron responsables. “No somos terroristas, no somos los que quisieron desestabilizar” y miraba a los legisladores correístas, a quienes decía: “tanto jodieron para poner a (Lenín Moreno) de presidente, ahora aguanten”.

EL DATO
En la bancada correísta faltaron cuatro legisladores, tres que están en la embajada de México y uno detenido.Marcela Aguiñaga le respondía: “Nunca debí haber cuidado los votos de Lenín Moreno”, porque su Gobierno es “inepto y mediocre”, porque se dedicó a echarle la culpa a otros, incluido al expresidente Rafael Correa. “Responsabilizarnos es burdo y torpe”, agregaba.

Un poco antes, Héctor Muñoz (SUMA) acusaba a Correa y pedía que se identifique a los legisladores que intentaron un golpe de Estado. Mientras Encarnación Duchi (PK) decía que el Gobierno instauró un “estado de terror”.

Desde el PSC, Cristina Reyes apuntaba a un “intento fallido de golpe de Estado, comandado por el capo de la narcoguerrilla, un acomplejado y sicótapa prófugo de la justicia”. Y Viviana Bonilla (ex-AP) le respondía: “Nos vienen a dar clases de defender la democracia, los que no permitieron la Presidencia de Rosalía Arteaga”.

Más críticas
Los legisladores cuestionaron la actuación del Gobierno. “Es evidente que falló”, afirmaba Henry Cucalón (PSC), mientras Carlos Bergman (exAP) pedía la renuncia de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín. Otros pedían la comparecencia del ministro de Finanzas, Richard Martínez, para transparentar el acuerdo con el FMI.

Mae Montaño (independiente) agregó que era necesario poner el dedo en la llaga y le hablaba directamente a Litardo, rechazando los manifiestos “débiles”. “Le conmino que nos explique cuáles han sido las presiones que usted recibió. La Asamblea dio muestra de una debilidad increíble”, se lamentó. Hasta el cierre de esta edición, el Pleno no votaba sobre la conformación de la comisión. (AGO)

La Asamblea planteó ayer la conformación de una comisión ocasional multipartidista para investigar los hechos de violencia durante los 11 días de manifestaciones, en rechazo a las medidas económicas del Gobierno. El objetivo: fiscalizar las medidas tomadas por el Estado y realizar un seguimiento a las resoluciones adoptadas en el proceso de diálogo.

Lo hizo después de que se vertieron acusaciones entre las bancadas legislativas y de que se cuestionó la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel. Los asambleístas sesionaron después de más de una semana sin trabajar por falta de garantías, según el presidente, César Litardo.

La regla para el debate fue: que se dé dentro del respeto. Y así fue. Pero el tono de voz incrementaba con cada participación, independientemente de la bandera política, y salían palabras encrespadas.

Con timbres elevados se rechazaba la violencia, el presunto intento de golpe de Estado, la discriminación a los indígenas, el Decreto 883, la actuación del presidente, Lenín Moreno, las agresiones, la represión policial, la ineficacia del centro de inteligencia, el silencio de la Asamblea.

“Dejemos de echarnos la culpa y miremos nosotros, como asambleístas, ¿qué hemos hecho?”, cuestionaba la legisladora Ana Belén Marín (AP-aliados), quien se lamentaba que el diálogo entre el Gobierno y los indígenas no se haya dado antes para evitar las muertes.

Raúl Tello (BADI) coincidía. “Ahora tardíamente estamos en una especie de lavado de cara”, decía, después de que Kharla Chávez (independiente) insistía en que “el primer Poder del Estado no debió abstraerse”.

Acusaciones
Eliseo Azuero (BADI) señaló que el movimiento indígena había sido infiltrado “por gente que tenía mucho dinero y que sigue el mismo libreto que ha desbaratado la economía de Venezuela y Nicaragua”.

Luis Pachala (CREO) se mantenía en que los indígenas no fueron responsables. “No somos terroristas, no somos los que quisieron desestabilizar” y miraba a los legisladores correístas, a quienes decía: “tanto jodieron para poner a (Lenín Moreno) de presidente, ahora aguanten”.

EL DATO
En la bancada correísta faltaron cuatro legisladores, tres que están en la embajada de México y uno detenido.Marcela Aguiñaga le respondía: “Nunca debí haber cuidado los votos de Lenín Moreno”, porque su Gobierno es “inepto y mediocre”, porque se dedicó a echarle la culpa a otros, incluido al expresidente Rafael Correa. “Responsabilizarnos es burdo y torpe”, agregaba.

Un poco antes, Héctor Muñoz (SUMA) acusaba a Correa y pedía que se identifique a los legisladores que intentaron un golpe de Estado. Mientras Encarnación Duchi (PK) decía que el Gobierno instauró un “estado de terror”.

Desde el PSC, Cristina Reyes apuntaba a un “intento fallido de golpe de Estado, comandado por el capo de la narcoguerrilla, un acomplejado y sicótapa prófugo de la justicia”. Y Viviana Bonilla (ex-AP) le respondía: “Nos vienen a dar clases de defender la democracia, los que no permitieron la Presidencia de Rosalía Arteaga”.

Más críticas
Los legisladores cuestionaron la actuación del Gobierno. “Es evidente que falló”, afirmaba Henry Cucalón (PSC), mientras Carlos Bergman (exAP) pedía la renuncia de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín. Otros pedían la comparecencia del ministro de Finanzas, Richard Martínez, para transparentar el acuerdo con el FMI.

Mae Montaño (independiente) agregó que era necesario poner el dedo en la llaga y le hablaba directamente a Litardo, rechazando los manifiestos “débiles”. “Le conmino que nos explique cuáles han sido las presiones que usted recibió. La Asamblea dio muestra de una debilidad increíble”, se lamentó. Hasta el cierre de esta edición, el Pleno no votaba sobre la conformación de la comisión. (AGO)

La Asamblea planteó ayer la conformación de una comisión ocasional multipartidista para investigar los hechos de violencia durante los 11 días de manifestaciones, en rechazo a las medidas económicas del Gobierno. El objetivo: fiscalizar las medidas tomadas por el Estado y realizar un seguimiento a las resoluciones adoptadas en el proceso de diálogo.

Lo hizo después de que se vertieron acusaciones entre las bancadas legislativas y de que se cuestionó la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel. Los asambleístas sesionaron después de más de una semana sin trabajar por falta de garantías, según el presidente, César Litardo.

La regla para el debate fue: que se dé dentro del respeto. Y así fue. Pero el tono de voz incrementaba con cada participación, independientemente de la bandera política, y salían palabras encrespadas.

Con timbres elevados se rechazaba la violencia, el presunto intento de golpe de Estado, la discriminación a los indígenas, el Decreto 883, la actuación del presidente, Lenín Moreno, las agresiones, la represión policial, la ineficacia del centro de inteligencia, el silencio de la Asamblea.

“Dejemos de echarnos la culpa y miremos nosotros, como asambleístas, ¿qué hemos hecho?”, cuestionaba la legisladora Ana Belén Marín (AP-aliados), quien se lamentaba que el diálogo entre el Gobierno y los indígenas no se haya dado antes para evitar las muertes.

Raúl Tello (BADI) coincidía. “Ahora tardíamente estamos en una especie de lavado de cara”, decía, después de que Kharla Chávez (independiente) insistía en que “el primer Poder del Estado no debió abstraerse”.

Acusaciones
Eliseo Azuero (BADI) señaló que el movimiento indígena había sido infiltrado “por gente que tenía mucho dinero y que sigue el mismo libreto que ha desbaratado la economía de Venezuela y Nicaragua”.

Luis Pachala (CREO) se mantenía en que los indígenas no fueron responsables. “No somos terroristas, no somos los que quisieron desestabilizar” y miraba a los legisladores correístas, a quienes decía: “tanto jodieron para poner a (Lenín Moreno) de presidente, ahora aguanten”.

EL DATO
En la bancada correísta faltaron cuatro legisladores, tres que están en la embajada de México y uno detenido.Marcela Aguiñaga le respondía: “Nunca debí haber cuidado los votos de Lenín Moreno”, porque su Gobierno es “inepto y mediocre”, porque se dedicó a echarle la culpa a otros, incluido al expresidente Rafael Correa. “Responsabilizarnos es burdo y torpe”, agregaba.

Un poco antes, Héctor Muñoz (SUMA) acusaba a Correa y pedía que se identifique a los legisladores que intentaron un golpe de Estado. Mientras Encarnación Duchi (PK) decía que el Gobierno instauró un “estado de terror”.

Desde el PSC, Cristina Reyes apuntaba a un “intento fallido de golpe de Estado, comandado por el capo de la narcoguerrilla, un acomplejado y sicótapa prófugo de la justicia”. Y Viviana Bonilla (ex-AP) le respondía: “Nos vienen a dar clases de defender la democracia, los que no permitieron la Presidencia de Rosalía Arteaga”.

Más críticas
Los legisladores cuestionaron la actuación del Gobierno. “Es evidente que falló”, afirmaba Henry Cucalón (PSC), mientras Carlos Bergman (exAP) pedía la renuncia de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín. Otros pedían la comparecencia del ministro de Finanzas, Richard Martínez, para transparentar el acuerdo con el FMI.

Mae Montaño (independiente) agregó que era necesario poner el dedo en la llaga y le hablaba directamente a Litardo, rechazando los manifiestos “débiles”. “Le conmino que nos explique cuáles han sido las presiones que usted recibió. La Asamblea dio muestra de una debilidad increíble”, se lamentó. Hasta el cierre de esta edición, el Pleno no votaba sobre la conformación de la comisión. (AGO)

La Asamblea planteó ayer la conformación de una comisión ocasional multipartidista para investigar los hechos de violencia durante los 11 días de manifestaciones, en rechazo a las medidas económicas del Gobierno. El objetivo: fiscalizar las medidas tomadas por el Estado y realizar un seguimiento a las resoluciones adoptadas en el proceso de diálogo.

Lo hizo después de que se vertieron acusaciones entre las bancadas legislativas y de que se cuestionó la eliminación del subsidio a la gasolina extra y al diésel. Los asambleístas sesionaron después de más de una semana sin trabajar por falta de garantías, según el presidente, César Litardo.

La regla para el debate fue: que se dé dentro del respeto. Y así fue. Pero el tono de voz incrementaba con cada participación, independientemente de la bandera política, y salían palabras encrespadas.

Con timbres elevados se rechazaba la violencia, el presunto intento de golpe de Estado, la discriminación a los indígenas, el Decreto 883, la actuación del presidente, Lenín Moreno, las agresiones, la represión policial, la ineficacia del centro de inteligencia, el silencio de la Asamblea.

“Dejemos de echarnos la culpa y miremos nosotros, como asambleístas, ¿qué hemos hecho?”, cuestionaba la legisladora Ana Belén Marín (AP-aliados), quien se lamentaba que el diálogo entre el Gobierno y los indígenas no se haya dado antes para evitar las muertes.

Raúl Tello (BADI) coincidía. “Ahora tardíamente estamos en una especie de lavado de cara”, decía, después de que Kharla Chávez (independiente) insistía en que “el primer Poder del Estado no debió abstraerse”.

Acusaciones
Eliseo Azuero (BADI) señaló que el movimiento indígena había sido infiltrado “por gente que tenía mucho dinero y que sigue el mismo libreto que ha desbaratado la economía de Venezuela y Nicaragua”.

Luis Pachala (CREO) se mantenía en que los indígenas no fueron responsables. “No somos terroristas, no somos los que quisieron desestabilizar” y miraba a los legisladores correístas, a quienes decía: “tanto jodieron para poner a (Lenín Moreno) de presidente, ahora aguanten”.

EL DATO
En la bancada correísta faltaron cuatro legisladores, tres que están en la embajada de México y uno detenido.Marcela Aguiñaga le respondía: “Nunca debí haber cuidado los votos de Lenín Moreno”, porque su Gobierno es “inepto y mediocre”, porque se dedicó a echarle la culpa a otros, incluido al expresidente Rafael Correa. “Responsabilizarnos es burdo y torpe”, agregaba.

Un poco antes, Héctor Muñoz (SUMA) acusaba a Correa y pedía que se identifique a los legisladores que intentaron un golpe de Estado. Mientras Encarnación Duchi (PK) decía que el Gobierno instauró un “estado de terror”.

Desde el PSC, Cristina Reyes apuntaba a un “intento fallido de golpe de Estado, comandado por el capo de la narcoguerrilla, un acomplejado y sicótapa prófugo de la justicia”. Y Viviana Bonilla (ex-AP) le respondía: “Nos vienen a dar clases de defender la democracia, los que no permitieron la Presidencia de Rosalía Arteaga”.

Más críticas
Los legisladores cuestionaron la actuación del Gobierno. “Es evidente que falló”, afirmaba Henry Cucalón (PSC), mientras Carlos Bergman (exAP) pedía la renuncia de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín. Otros pedían la comparecencia del ministro de Finanzas, Richard Martínez, para transparentar el acuerdo con el FMI.

Mae Montaño (independiente) agregó que era necesario poner el dedo en la llaga y le hablaba directamente a Litardo, rechazando los manifiestos “débiles”. “Le conmino que nos explique cuáles han sido las presiones que usted recibió. La Asamblea dio muestra de una debilidad increíble”, se lamentó. Hasta el cierre de esta edición, el Pleno no votaba sobre la conformación de la comisión. (AGO)