Venezuela obtiene una banca en el Consejo de DDHH de la ONU

Foto: Archivo AFP
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Naciones Unidas, Estados Unidos AFP

Venezuela obtuvo este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de las críticas de oenegés y otros países latinoamericanos y de que su propio historial en la materia fue cuestionado desde la misma organización.

Caracas, que celebró la elección como una «victoria», recibió el visto bueno en una votación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para renovar 14 de los 47 miembros de su Consejo de Derechos Humanos, un cuerpo con sede en Ginebra.

Venezuela obtuvo 105 votos para ocupar un asiento en el período 2020-2022, en un escrutinio que desencadenó aplausos cuando se anunció el resultado en la sala. La votación fue secreta y se necesitaba una mayoría de 97 votos de los 193 miembros de la ONU para ganar.

Con 153 adhesiones, Brasil, que buscaba la reelección, se quedó con el segundo escaño disponible para América Latina, en tanto Costa Rica, que había tratado de cerrar el paso a Venezuela, consiguió solo 96 votos.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, rechazado por más de 50 países que reconocen como mandatario interino al jefe parlamentario, Juan Guaidó, ha sido señalado de graves violaciones de derechos humanos.

Un informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, indicó en julio que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por «resistencia a la autoridad» en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.

Maduro, bajo cuya gestión Venezuela cayó en la peor crisis de su historia reciente, acusó a la Alta Comisionada de «mentir» y carecer de pruebas.

Estados Unidos, que se retiró del CDH en 2018 denunciado un sesgo contra Israel, dijo que la elección de Venezuela «es una vergüenza para las Naciones Unidas y una tragedia para el pueblo venezolano». «Que uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo reciba un asiento en un organismo que se supone que defiende los derechos humanos es absolutamente espantoso», declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft.

Estados Unidos lidera la presión internacional para sacar del poder a Maduro, que sin embargo, conserva amplio apoyo en la ONU, con respaldo en particular de Rusia y China.

«Victoria» o «burla»

Caracas se congratuló de una «victoria histórica» obtenida en medio de «una campaña feroz» y «brutal» de Estados Unidos y sus países «subordinados», y de oenegés acusadas de seguir «el mismo guión» que Washington.

«Estamos realmente orgullosos que Venezuela ingrese, una vez más, por tercera vez al Consejo de Derechos Humanos», dijo el canciller Jorge Arreaza.

El hecho coincidió con la excarcelación de 24 opositores, resultado de la «mesa de diálogo nacional» creada el 16 de septiembre entre el gobierno y un sector minoritario de la oposición.

Costa Rica, que a principios de octubre decidió postularse por considerar que las «graves violaciones» a los derechos humanos relatadas por el informe de Bachelet hacían que Venezuela no fuera un nominado «adecuado», agradeció los 96 votos alcanzados.

«Cuando se es consecuente con los principios, no hay derrota posible, solo trabajo por delante», tuiteó el presidente Carlos Alvarado, subrayando el «esfuerzo alcanzado en pocos días de alzar la voz frente a flagrantes violaciones de derechos humanos en Venezuela».

Tanto Chile como Perú, que impulsan la realización de nuevas elecciones para una salida pacífica a la crisis en Venezuela, deploraron el resultado.

«El gobierno de Maduro se ha burlado de todos nosotros», dijo a periodistas el canciller chileno, Teodoro Ribera.

La cancillería peruana cuestionó en Twitter que el «régimen dictatorial de Nicolás Maduro, responsable de las graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela, vaya a integrar el CDH a partir de enero».

Guatemala estimó por su parte que Venezuela «no cumple con los estándares necesarios para la promoción y protección de los derechos humanos».

Creado en 2006, el CDH se compone de 13 escaños para África, 13 para Asia-Pacífico, ocho para Latinoamérica y el Caribe, siete para Europa Occidental y otros seis para Europa del Este.

Los otros 12 puestos abiertos el jueves fueron asignados a Namibia, Libia, Mauritania y Sudán; Indonesia, Japón, Corea del Sur y las Islas Marshall; Alemania y Holanda; y Armenia y Polonia,

Los miembros sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos.

Latinoamérica está representada actualmente por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Uruguay.

Naciones Unidas, Estados Unidos AFP

Venezuela obtuvo este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de las críticas de oenegés y otros países latinoamericanos y de que su propio historial en la materia fue cuestionado desde la misma organización.

Caracas, que celebró la elección como una «victoria», recibió el visto bueno en una votación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para renovar 14 de los 47 miembros de su Consejo de Derechos Humanos, un cuerpo con sede en Ginebra.

Venezuela obtuvo 105 votos para ocupar un asiento en el período 2020-2022, en un escrutinio que desencadenó aplausos cuando se anunció el resultado en la sala. La votación fue secreta y se necesitaba una mayoría de 97 votos de los 193 miembros de la ONU para ganar.

Con 153 adhesiones, Brasil, que buscaba la reelección, se quedó con el segundo escaño disponible para América Latina, en tanto Costa Rica, que había tratado de cerrar el paso a Venezuela, consiguió solo 96 votos.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, rechazado por más de 50 países que reconocen como mandatario interino al jefe parlamentario, Juan Guaidó, ha sido señalado de graves violaciones de derechos humanos.

Un informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, indicó en julio que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por «resistencia a la autoridad» en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.

Maduro, bajo cuya gestión Venezuela cayó en la peor crisis de su historia reciente, acusó a la Alta Comisionada de «mentir» y carecer de pruebas.

Estados Unidos, que se retiró del CDH en 2018 denunciado un sesgo contra Israel, dijo que la elección de Venezuela «es una vergüenza para las Naciones Unidas y una tragedia para el pueblo venezolano». «Que uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo reciba un asiento en un organismo que se supone que defiende los derechos humanos es absolutamente espantoso», declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft.

Estados Unidos lidera la presión internacional para sacar del poder a Maduro, que sin embargo, conserva amplio apoyo en la ONU, con respaldo en particular de Rusia y China.

«Victoria» o «burla»

Caracas se congratuló de una «victoria histórica» obtenida en medio de «una campaña feroz» y «brutal» de Estados Unidos y sus países «subordinados», y de oenegés acusadas de seguir «el mismo guión» que Washington.

«Estamos realmente orgullosos que Venezuela ingrese, una vez más, por tercera vez al Consejo de Derechos Humanos», dijo el canciller Jorge Arreaza.

El hecho coincidió con la excarcelación de 24 opositores, resultado de la «mesa de diálogo nacional» creada el 16 de septiembre entre el gobierno y un sector minoritario de la oposición.

Costa Rica, que a principios de octubre decidió postularse por considerar que las «graves violaciones» a los derechos humanos relatadas por el informe de Bachelet hacían que Venezuela no fuera un nominado «adecuado», agradeció los 96 votos alcanzados.

«Cuando se es consecuente con los principios, no hay derrota posible, solo trabajo por delante», tuiteó el presidente Carlos Alvarado, subrayando el «esfuerzo alcanzado en pocos días de alzar la voz frente a flagrantes violaciones de derechos humanos en Venezuela».

Tanto Chile como Perú, que impulsan la realización de nuevas elecciones para una salida pacífica a la crisis en Venezuela, deploraron el resultado.

«El gobierno de Maduro se ha burlado de todos nosotros», dijo a periodistas el canciller chileno, Teodoro Ribera.

La cancillería peruana cuestionó en Twitter que el «régimen dictatorial de Nicolás Maduro, responsable de las graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela, vaya a integrar el CDH a partir de enero».

Guatemala estimó por su parte que Venezuela «no cumple con los estándares necesarios para la promoción y protección de los derechos humanos».

Creado en 2006, el CDH se compone de 13 escaños para África, 13 para Asia-Pacífico, ocho para Latinoamérica y el Caribe, siete para Europa Occidental y otros seis para Europa del Este.

Los otros 12 puestos abiertos el jueves fueron asignados a Namibia, Libia, Mauritania y Sudán; Indonesia, Japón, Corea del Sur y las Islas Marshall; Alemania y Holanda; y Armenia y Polonia,

Los miembros sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos.

Latinoamérica está representada actualmente por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Uruguay.

Naciones Unidas, Estados Unidos AFP

Venezuela obtuvo este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de las críticas de oenegés y otros países latinoamericanos y de que su propio historial en la materia fue cuestionado desde la misma organización.

Caracas, que celebró la elección como una «victoria», recibió el visto bueno en una votación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para renovar 14 de los 47 miembros de su Consejo de Derechos Humanos, un cuerpo con sede en Ginebra.

Venezuela obtuvo 105 votos para ocupar un asiento en el período 2020-2022, en un escrutinio que desencadenó aplausos cuando se anunció el resultado en la sala. La votación fue secreta y se necesitaba una mayoría de 97 votos de los 193 miembros de la ONU para ganar.

Con 153 adhesiones, Brasil, que buscaba la reelección, se quedó con el segundo escaño disponible para América Latina, en tanto Costa Rica, que había tratado de cerrar el paso a Venezuela, consiguió solo 96 votos.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, rechazado por más de 50 países que reconocen como mandatario interino al jefe parlamentario, Juan Guaidó, ha sido señalado de graves violaciones de derechos humanos.

Un informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, indicó en julio que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por «resistencia a la autoridad» en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.

Maduro, bajo cuya gestión Venezuela cayó en la peor crisis de su historia reciente, acusó a la Alta Comisionada de «mentir» y carecer de pruebas.

Estados Unidos, que se retiró del CDH en 2018 denunciado un sesgo contra Israel, dijo que la elección de Venezuela «es una vergüenza para las Naciones Unidas y una tragedia para el pueblo venezolano». «Que uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo reciba un asiento en un organismo que se supone que defiende los derechos humanos es absolutamente espantoso», declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft.

Estados Unidos lidera la presión internacional para sacar del poder a Maduro, que sin embargo, conserva amplio apoyo en la ONU, con respaldo en particular de Rusia y China.

«Victoria» o «burla»

Caracas se congratuló de una «victoria histórica» obtenida en medio de «una campaña feroz» y «brutal» de Estados Unidos y sus países «subordinados», y de oenegés acusadas de seguir «el mismo guión» que Washington.

«Estamos realmente orgullosos que Venezuela ingrese, una vez más, por tercera vez al Consejo de Derechos Humanos», dijo el canciller Jorge Arreaza.

El hecho coincidió con la excarcelación de 24 opositores, resultado de la «mesa de diálogo nacional» creada el 16 de septiembre entre el gobierno y un sector minoritario de la oposición.

Costa Rica, que a principios de octubre decidió postularse por considerar que las «graves violaciones» a los derechos humanos relatadas por el informe de Bachelet hacían que Venezuela no fuera un nominado «adecuado», agradeció los 96 votos alcanzados.

«Cuando se es consecuente con los principios, no hay derrota posible, solo trabajo por delante», tuiteó el presidente Carlos Alvarado, subrayando el «esfuerzo alcanzado en pocos días de alzar la voz frente a flagrantes violaciones de derechos humanos en Venezuela».

Tanto Chile como Perú, que impulsan la realización de nuevas elecciones para una salida pacífica a la crisis en Venezuela, deploraron el resultado.

«El gobierno de Maduro se ha burlado de todos nosotros», dijo a periodistas el canciller chileno, Teodoro Ribera.

La cancillería peruana cuestionó en Twitter que el «régimen dictatorial de Nicolás Maduro, responsable de las graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela, vaya a integrar el CDH a partir de enero».

Guatemala estimó por su parte que Venezuela «no cumple con los estándares necesarios para la promoción y protección de los derechos humanos».

Creado en 2006, el CDH se compone de 13 escaños para África, 13 para Asia-Pacífico, ocho para Latinoamérica y el Caribe, siete para Europa Occidental y otros seis para Europa del Este.

Los otros 12 puestos abiertos el jueves fueron asignados a Namibia, Libia, Mauritania y Sudán; Indonesia, Japón, Corea del Sur y las Islas Marshall; Alemania y Holanda; y Armenia y Polonia,

Los miembros sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos.

Latinoamérica está representada actualmente por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Uruguay.

Naciones Unidas, Estados Unidos AFP

Venezuela obtuvo este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a pesar de las críticas de oenegés y otros países latinoamericanos y de que su propio historial en la materia fue cuestionado desde la misma organización.

Caracas, que celebró la elección como una «victoria», recibió el visto bueno en una votación de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para renovar 14 de los 47 miembros de su Consejo de Derechos Humanos, un cuerpo con sede en Ginebra.

Venezuela obtuvo 105 votos para ocupar un asiento en el período 2020-2022, en un escrutinio que desencadenó aplausos cuando se anunció el resultado en la sala. La votación fue secreta y se necesitaba una mayoría de 97 votos de los 193 miembros de la ONU para ganar.

Con 153 adhesiones, Brasil, que buscaba la reelección, se quedó con el segundo escaño disponible para América Latina, en tanto Costa Rica, que había tratado de cerrar el paso a Venezuela, consiguió solo 96 votos.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, rechazado por más de 50 países que reconocen como mandatario interino al jefe parlamentario, Juan Guaidó, ha sido señalado de graves violaciones de derechos humanos.

Un informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, indicó en julio que el gobierno venezolano reportó 5.287 muertes por «resistencia a la autoridad» en 2018 y otras 1.569 entre el 1 de enero y el 19 de mayo de 2019. Muchos de esos casos, según Bachelet, pueden constituir ejecuciones extrajudiciales.

Maduro, bajo cuya gestión Venezuela cayó en la peor crisis de su historia reciente, acusó a la Alta Comisionada de «mentir» y carecer de pruebas.

Estados Unidos, que se retiró del CDH en 2018 denunciado un sesgo contra Israel, dijo que la elección de Venezuela «es una vergüenza para las Naciones Unidas y una tragedia para el pueblo venezolano». «Que uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo reciba un asiento en un organismo que se supone que defiende los derechos humanos es absolutamente espantoso», declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft.

Estados Unidos lidera la presión internacional para sacar del poder a Maduro, que sin embargo, conserva amplio apoyo en la ONU, con respaldo en particular de Rusia y China.

«Victoria» o «burla»

Caracas se congratuló de una «victoria histórica» obtenida en medio de «una campaña feroz» y «brutal» de Estados Unidos y sus países «subordinados», y de oenegés acusadas de seguir «el mismo guión» que Washington.

«Estamos realmente orgullosos que Venezuela ingrese, una vez más, por tercera vez al Consejo de Derechos Humanos», dijo el canciller Jorge Arreaza.

El hecho coincidió con la excarcelación de 24 opositores, resultado de la «mesa de diálogo nacional» creada el 16 de septiembre entre el gobierno y un sector minoritario de la oposición.

Costa Rica, que a principios de octubre decidió postularse por considerar que las «graves violaciones» a los derechos humanos relatadas por el informe de Bachelet hacían que Venezuela no fuera un nominado «adecuado», agradeció los 96 votos alcanzados.

«Cuando se es consecuente con los principios, no hay derrota posible, solo trabajo por delante», tuiteó el presidente Carlos Alvarado, subrayando el «esfuerzo alcanzado en pocos días de alzar la voz frente a flagrantes violaciones de derechos humanos en Venezuela».

Tanto Chile como Perú, que impulsan la realización de nuevas elecciones para una salida pacífica a la crisis en Venezuela, deploraron el resultado.

«El gobierno de Maduro se ha burlado de todos nosotros», dijo a periodistas el canciller chileno, Teodoro Ribera.

La cancillería peruana cuestionó en Twitter que el «régimen dictatorial de Nicolás Maduro, responsable de las graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela, vaya a integrar el CDH a partir de enero».

Guatemala estimó por su parte que Venezuela «no cumple con los estándares necesarios para la promoción y protección de los derechos humanos».

Creado en 2006, el CDH se compone de 13 escaños para África, 13 para Asia-Pacífico, ocho para Latinoamérica y el Caribe, siete para Europa Occidental y otros seis para Europa del Este.

Los otros 12 puestos abiertos el jueves fueron asignados a Namibia, Libia, Mauritania y Sudán; Indonesia, Japón, Corea del Sur y las Islas Marshall; Alemania y Holanda; y Armenia y Polonia,

Los miembros sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos.

Latinoamérica está representada actualmente por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Uruguay.