Mediocridad, odio y fanatismo

ATILIO RUGEL ALBÁN

Los hechos vandálicos que vivió el país han terminado después de 11 días que tiñeron las calles de sangre y que parece que quienes protestaban no eran ecuatorianos. La justicia no puede permitir que un grupo de vándalos que se constituyó en actores y malbarataron su energía y tiempo el gran circo de la falsedad, del engaño, de la mentira y de la hipocresía que todo lo soslayan, han ejercido efectos nocivos que condujeron a situaciones no previstas como la que comienza a darse en el país donde el pueblo se hace justicia con sus propias manos, porque la delincuencia es imparable.

¿Acaso los ecuatorianos no sabemos lo que pasa con nuestros combustibles, que por ser uno de los más baratos del mundo después de Venezuela, los contrabandistas se lo llevan a los países vecinos perjudicando de esta manera al Erario? Estas movilizaciones fueron fraguadas y mentalizadas mucho tiempo atrás por quienes perdieron canonjías y prebendas que los hizo millonarios, razón por la cual son los más acérrimos opositores de la medida. No olviden que el pueblo ha quedado que se metan presos a todos los hambreadores y les quiten los bienes obtenidos a través del robo, pero nuestros asambleístas que fueron elegidos para crear proyectos que beneficien al pueblo, votaron en contra de ese planteamiento convirtiéndose en socapadores de una situación que tiene rechazo nacional.

Todos los ecuatorianos estamos informados que Venezuela y Cuba nos han exportado a maleantes entrenados en estas guerrillas urbanas, situación que la pudimos observar en la TV y que no se pueden negar porque son hechos reales. El pueblo ecuatoriano jamás había vivido esta página trágica de la historia: Se asaltó e incendió la Contraloría; se asaltó e incendió el canal de Teleamazonas y también el Canal 11; se agredió a periodistas; se asaltaron propiedades florícolas; se asaltó la industria lechera Parmalat y para saciar sus instintos malévolos no permitían que se abasteciera al pueblo de alimentos, al extremo que a un carro que transportaba leche lo agujeraron para que se derrame y a otros le desinflaban las llantas para que el pueblo se muera de hambre.

La verdad siempre incomoda, pero hay que decirla y no vivir en una constante situación que alimenta y desalienta el progreso de los pueblos. Solo cuando dejemos de auto engañarnos y asumir con responsabilidad nuestra realidad personal, estaremos en disposición de cambiar, mejorar y transformar la Patria.

ATILIO RUGEL ALBÁN

Los hechos vandálicos que vivió el país han terminado después de 11 días que tiñeron las calles de sangre y que parece que quienes protestaban no eran ecuatorianos. La justicia no puede permitir que un grupo de vándalos que se constituyó en actores y malbarataron su energía y tiempo el gran circo de la falsedad, del engaño, de la mentira y de la hipocresía que todo lo soslayan, han ejercido efectos nocivos que condujeron a situaciones no previstas como la que comienza a darse en el país donde el pueblo se hace justicia con sus propias manos, porque la delincuencia es imparable.

¿Acaso los ecuatorianos no sabemos lo que pasa con nuestros combustibles, que por ser uno de los más baratos del mundo después de Venezuela, los contrabandistas se lo llevan a los países vecinos perjudicando de esta manera al Erario? Estas movilizaciones fueron fraguadas y mentalizadas mucho tiempo atrás por quienes perdieron canonjías y prebendas que los hizo millonarios, razón por la cual son los más acérrimos opositores de la medida. No olviden que el pueblo ha quedado que se metan presos a todos los hambreadores y les quiten los bienes obtenidos a través del robo, pero nuestros asambleístas que fueron elegidos para crear proyectos que beneficien al pueblo, votaron en contra de ese planteamiento convirtiéndose en socapadores de una situación que tiene rechazo nacional.

Todos los ecuatorianos estamos informados que Venezuela y Cuba nos han exportado a maleantes entrenados en estas guerrillas urbanas, situación que la pudimos observar en la TV y que no se pueden negar porque son hechos reales. El pueblo ecuatoriano jamás había vivido esta página trágica de la historia: Se asaltó e incendió la Contraloría; se asaltó e incendió el canal de Teleamazonas y también el Canal 11; se agredió a periodistas; se asaltaron propiedades florícolas; se asaltó la industria lechera Parmalat y para saciar sus instintos malévolos no permitían que se abasteciera al pueblo de alimentos, al extremo que a un carro que transportaba leche lo agujeraron para que se derrame y a otros le desinflaban las llantas para que el pueblo se muera de hambre.

La verdad siempre incomoda, pero hay que decirla y no vivir en una constante situación que alimenta y desalienta el progreso de los pueblos. Solo cuando dejemos de auto engañarnos y asumir con responsabilidad nuestra realidad personal, estaremos en disposición de cambiar, mejorar y transformar la Patria.

ATILIO RUGEL ALBÁN

Los hechos vandálicos que vivió el país han terminado después de 11 días que tiñeron las calles de sangre y que parece que quienes protestaban no eran ecuatorianos. La justicia no puede permitir que un grupo de vándalos que se constituyó en actores y malbarataron su energía y tiempo el gran circo de la falsedad, del engaño, de la mentira y de la hipocresía que todo lo soslayan, han ejercido efectos nocivos que condujeron a situaciones no previstas como la que comienza a darse en el país donde el pueblo se hace justicia con sus propias manos, porque la delincuencia es imparable.

¿Acaso los ecuatorianos no sabemos lo que pasa con nuestros combustibles, que por ser uno de los más baratos del mundo después de Venezuela, los contrabandistas se lo llevan a los países vecinos perjudicando de esta manera al Erario? Estas movilizaciones fueron fraguadas y mentalizadas mucho tiempo atrás por quienes perdieron canonjías y prebendas que los hizo millonarios, razón por la cual son los más acérrimos opositores de la medida. No olviden que el pueblo ha quedado que se metan presos a todos los hambreadores y les quiten los bienes obtenidos a través del robo, pero nuestros asambleístas que fueron elegidos para crear proyectos que beneficien al pueblo, votaron en contra de ese planteamiento convirtiéndose en socapadores de una situación que tiene rechazo nacional.

Todos los ecuatorianos estamos informados que Venezuela y Cuba nos han exportado a maleantes entrenados en estas guerrillas urbanas, situación que la pudimos observar en la TV y que no se pueden negar porque son hechos reales. El pueblo ecuatoriano jamás había vivido esta página trágica de la historia: Se asaltó e incendió la Contraloría; se asaltó e incendió el canal de Teleamazonas y también el Canal 11; se agredió a periodistas; se asaltaron propiedades florícolas; se asaltó la industria lechera Parmalat y para saciar sus instintos malévolos no permitían que se abasteciera al pueblo de alimentos, al extremo que a un carro que transportaba leche lo agujeraron para que se derrame y a otros le desinflaban las llantas para que el pueblo se muera de hambre.

La verdad siempre incomoda, pero hay que decirla y no vivir en una constante situación que alimenta y desalienta el progreso de los pueblos. Solo cuando dejemos de auto engañarnos y asumir con responsabilidad nuestra realidad personal, estaremos en disposición de cambiar, mejorar y transformar la Patria.

ATILIO RUGEL ALBÁN

Los hechos vandálicos que vivió el país han terminado después de 11 días que tiñeron las calles de sangre y que parece que quienes protestaban no eran ecuatorianos. La justicia no puede permitir que un grupo de vándalos que se constituyó en actores y malbarataron su energía y tiempo el gran circo de la falsedad, del engaño, de la mentira y de la hipocresía que todo lo soslayan, han ejercido efectos nocivos que condujeron a situaciones no previstas como la que comienza a darse en el país donde el pueblo se hace justicia con sus propias manos, porque la delincuencia es imparable.

¿Acaso los ecuatorianos no sabemos lo que pasa con nuestros combustibles, que por ser uno de los más baratos del mundo después de Venezuela, los contrabandistas se lo llevan a los países vecinos perjudicando de esta manera al Erario? Estas movilizaciones fueron fraguadas y mentalizadas mucho tiempo atrás por quienes perdieron canonjías y prebendas que los hizo millonarios, razón por la cual son los más acérrimos opositores de la medida. No olviden que el pueblo ha quedado que se metan presos a todos los hambreadores y les quiten los bienes obtenidos a través del robo, pero nuestros asambleístas que fueron elegidos para crear proyectos que beneficien al pueblo, votaron en contra de ese planteamiento convirtiéndose en socapadores de una situación que tiene rechazo nacional.

Todos los ecuatorianos estamos informados que Venezuela y Cuba nos han exportado a maleantes entrenados en estas guerrillas urbanas, situación que la pudimos observar en la TV y que no se pueden negar porque son hechos reales. El pueblo ecuatoriano jamás había vivido esta página trágica de la historia: Se asaltó e incendió la Contraloría; se asaltó e incendió el canal de Teleamazonas y también el Canal 11; se agredió a periodistas; se asaltaron propiedades florícolas; se asaltó la industria lechera Parmalat y para saciar sus instintos malévolos no permitían que se abasteciera al pueblo de alimentos, al extremo que a un carro que transportaba leche lo agujeraron para que se derrame y a otros le desinflaban las llantas para que el pueblo se muera de hambre.

La verdad siempre incomoda, pero hay que decirla y no vivir en una constante situación que alimenta y desalienta el progreso de los pueblos. Solo cuando dejemos de auto engañarnos y asumir con responsabilidad nuestra realidad personal, estaremos en disposición de cambiar, mejorar y transformar la Patria.