Pilar Bustos: Humilde, sencilla e insuperable

Por: Karla Jaramillo Puertas
Bastaron un par de llamadas a la fotógrafa Silvia Echevarría para concretar una entrevista con la pintora chileno-ecuatoriana Pilar Bustos Romoleroux. Conocía de antemano la entrañable amistad entre ellas. Fijado el día y la hora, nuestro encuentro se dio en la casa de Bustos. La conversación se prolongó por aproximadamente dos horas, llenadas con temas diversos e íntimos: la pérdida de su padre, la crianza con su abuela, los años en Cuba, su obra y sus reconocimientos artísticos fueron algunos.

Radicada en Cuba por largos años, Bustos recuerda que llegó a la isla caribeña en 1961, cuando su madre desposó al diplomático Jaime Navarro, que fue designado embajador de Ecuador en ese país.

Cuando llegó a Cuba, se ejecutaba la Campaña Nacional de Alfabetización, impulsada por el Che Guevara.

Ya se estaba terminando el año. Quedaban solo tres meses. Mi madre me mandó con Isabel, mi hermana menor, a alfabetizar. Yo tendría 15 años, Isabel unos 13. Y alfabetizamos a los trabajadores municipales. A mí me tocó un joven de 22 y a ella uno de 70.

Ganó una beca por esa campaña.
Sí, como todas las personas que alfabetizamos. El derecho lo teníamos ganado por la actividad realizada. Postulamos a una beca en Artes. Isabel en danza y yo en pintura. Fue así como ingresamos a la Escuela Nacional de Arte.

Un tema recurrente en su obra son los caballos ¿A qué se debe?
Mi abuela paterna tenía una hacienda en Chillán (zona central de Chile) y cada verano íbamos deseosos de montar los caballos. Uno lo montaba mi abuela, que era un percherón grande; otro negro, que se llamaba Palta (o aguacate), lo agarraba mi hermano Emiliano. Me familiaricé mucho con los caballos. Les cogía las patitas, las orejitas. Creo que mi memoria es de tacto.

En sus cuadros también destaca la figura humana ¿Cómo llegó a ella?
Para mí los caballos son la libertad. En la figura humana, trato de que aparezca algún conflicto, que la mujer tenga una figura determinada, en su pose, en sus expresiones corporales, también influenciada porque mi hermana es coreógrafa y bailarina. La figura humana es lo más importante: es cuestionar el pensamiento, la actitud del ser humano.

Por: Karla Jaramillo Puertas
Bastaron un par de llamadas a la fotógrafa Silvia Echevarría para concretar una entrevista con la pintora chileno-ecuatoriana Pilar Bustos Romoleroux. Conocía de antemano la entrañable amistad entre ellas. Fijado el día y la hora, nuestro encuentro se dio en la casa de Bustos. La conversación se prolongó por aproximadamente dos horas, llenadas con temas diversos e íntimos: la pérdida de su padre, la crianza con su abuela, los años en Cuba, su obra y sus reconocimientos artísticos fueron algunos.

Radicada en Cuba por largos años, Bustos recuerda que llegó a la isla caribeña en 1961, cuando su madre desposó al diplomático Jaime Navarro, que fue designado embajador de Ecuador en ese país.

Cuando llegó a Cuba, se ejecutaba la Campaña Nacional de Alfabetización, impulsada por el Che Guevara.

Ya se estaba terminando el año. Quedaban solo tres meses. Mi madre me mandó con Isabel, mi hermana menor, a alfabetizar. Yo tendría 15 años, Isabel unos 13. Y alfabetizamos a los trabajadores municipales. A mí me tocó un joven de 22 y a ella uno de 70.

Ganó una beca por esa campaña.
Sí, como todas las personas que alfabetizamos. El derecho lo teníamos ganado por la actividad realizada. Postulamos a una beca en Artes. Isabel en danza y yo en pintura. Fue así como ingresamos a la Escuela Nacional de Arte.

Un tema recurrente en su obra son los caballos ¿A qué se debe?
Mi abuela paterna tenía una hacienda en Chillán (zona central de Chile) y cada verano íbamos deseosos de montar los caballos. Uno lo montaba mi abuela, que era un percherón grande; otro negro, que se llamaba Palta (o aguacate), lo agarraba mi hermano Emiliano. Me familiaricé mucho con los caballos. Les cogía las patitas, las orejitas. Creo que mi memoria es de tacto.

En sus cuadros también destaca la figura humana ¿Cómo llegó a ella?
Para mí los caballos son la libertad. En la figura humana, trato de que aparezca algún conflicto, que la mujer tenga una figura determinada, en su pose, en sus expresiones corporales, también influenciada porque mi hermana es coreógrafa y bailarina. La figura humana es lo más importante: es cuestionar el pensamiento, la actitud del ser humano.

Por: Karla Jaramillo Puertas
Bastaron un par de llamadas a la fotógrafa Silvia Echevarría para concretar una entrevista con la pintora chileno-ecuatoriana Pilar Bustos Romoleroux. Conocía de antemano la entrañable amistad entre ellas. Fijado el día y la hora, nuestro encuentro se dio en la casa de Bustos. La conversación se prolongó por aproximadamente dos horas, llenadas con temas diversos e íntimos: la pérdida de su padre, la crianza con su abuela, los años en Cuba, su obra y sus reconocimientos artísticos fueron algunos.

Radicada en Cuba por largos años, Bustos recuerda que llegó a la isla caribeña en 1961, cuando su madre desposó al diplomático Jaime Navarro, que fue designado embajador de Ecuador en ese país.

Cuando llegó a Cuba, se ejecutaba la Campaña Nacional de Alfabetización, impulsada por el Che Guevara.

Ya se estaba terminando el año. Quedaban solo tres meses. Mi madre me mandó con Isabel, mi hermana menor, a alfabetizar. Yo tendría 15 años, Isabel unos 13. Y alfabetizamos a los trabajadores municipales. A mí me tocó un joven de 22 y a ella uno de 70.

Ganó una beca por esa campaña.
Sí, como todas las personas que alfabetizamos. El derecho lo teníamos ganado por la actividad realizada. Postulamos a una beca en Artes. Isabel en danza y yo en pintura. Fue así como ingresamos a la Escuela Nacional de Arte.

Un tema recurrente en su obra son los caballos ¿A qué se debe?
Mi abuela paterna tenía una hacienda en Chillán (zona central de Chile) y cada verano íbamos deseosos de montar los caballos. Uno lo montaba mi abuela, que era un percherón grande; otro negro, que se llamaba Palta (o aguacate), lo agarraba mi hermano Emiliano. Me familiaricé mucho con los caballos. Les cogía las patitas, las orejitas. Creo que mi memoria es de tacto.

En sus cuadros también destaca la figura humana ¿Cómo llegó a ella?
Para mí los caballos son la libertad. En la figura humana, trato de que aparezca algún conflicto, que la mujer tenga una figura determinada, en su pose, en sus expresiones corporales, también influenciada porque mi hermana es coreógrafa y bailarina. La figura humana es lo más importante: es cuestionar el pensamiento, la actitud del ser humano.

Por: Karla Jaramillo Puertas
Bastaron un par de llamadas a la fotógrafa Silvia Echevarría para concretar una entrevista con la pintora chileno-ecuatoriana Pilar Bustos Romoleroux. Conocía de antemano la entrañable amistad entre ellas. Fijado el día y la hora, nuestro encuentro se dio en la casa de Bustos. La conversación se prolongó por aproximadamente dos horas, llenadas con temas diversos e íntimos: la pérdida de su padre, la crianza con su abuela, los años en Cuba, su obra y sus reconocimientos artísticos fueron algunos.

Radicada en Cuba por largos años, Bustos recuerda que llegó a la isla caribeña en 1961, cuando su madre desposó al diplomático Jaime Navarro, que fue designado embajador de Ecuador en ese país.

Cuando llegó a Cuba, se ejecutaba la Campaña Nacional de Alfabetización, impulsada por el Che Guevara.

Ya se estaba terminando el año. Quedaban solo tres meses. Mi madre me mandó con Isabel, mi hermana menor, a alfabetizar. Yo tendría 15 años, Isabel unos 13. Y alfabetizamos a los trabajadores municipales. A mí me tocó un joven de 22 y a ella uno de 70.

Ganó una beca por esa campaña.
Sí, como todas las personas que alfabetizamos. El derecho lo teníamos ganado por la actividad realizada. Postulamos a una beca en Artes. Isabel en danza y yo en pintura. Fue así como ingresamos a la Escuela Nacional de Arte.

Un tema recurrente en su obra son los caballos ¿A qué se debe?
Mi abuela paterna tenía una hacienda en Chillán (zona central de Chile) y cada verano íbamos deseosos de montar los caballos. Uno lo montaba mi abuela, que era un percherón grande; otro negro, que se llamaba Palta (o aguacate), lo agarraba mi hermano Emiliano. Me familiaricé mucho con los caballos. Les cogía las patitas, las orejitas. Creo que mi memoria es de tacto.

En sus cuadros también destaca la figura humana ¿Cómo llegó a ella?
Para mí los caballos son la libertad. En la figura humana, trato de que aparezca algún conflicto, que la mujer tenga una figura determinada, en su pose, en sus expresiones corporales, también influenciada porque mi hermana es coreógrafa y bailarina. La figura humana es lo más importante: es cuestionar el pensamiento, la actitud del ser humano.

OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)
OBRA. Hernán Rodríguez Castelo destacó de su estilo “la extremada pureza de línea”. (FOTO: Silvia Echevarría)

***

Bustos es una apasionada por el dibujo. “Debo ser la única pintora que trabaja con rapidógrafo”, dice, y recuerda que el primer rapidógrafo que usó fue un obsequio del arquitecto boliviano Javier ‘Maco’ Gutiérrez. “Ese instrumento le da algo arquitectónico o escultural a mis obras”, indica.

Su primera exposición individual la hizo con apenas 20 años. Oswaldo Guayasamín era entonces el presidente de la Casa de la Cultura. Él y su esposa Helena Heryes se encargaron del montaje de las 100 obras exhibidas.

¿Cómo fue su relación con Oswaldo Guayasamín?
Yo trabajé en su taller algunas piezas, como el retrato de mi madre. Él me daba las telas y los oleos; le gustaba mucho lo que yo hacía. Fue un gran artista, un conocedor de lo que realmente es el arte.

En sus pinturas firma solo como ‘Pilar’. ¿Por qué?
El hecho de que un cuadro lleve el nombre de una mujer da más fuerza a otras mujeres. Pensé que sería interesante firmar solo con ‘Pilar’ porque creo que eso le da más valor para que más mujeres tomen la decisión de pintar y poner su nombre también.

¿Qué opina del feminismo?
La historia siempre ha tratado de ocultar los logros de las mujeres. A la misma Manuela Sáenz la trataban como ‘la prostituta’. ¿Cómo puede ser posible que den cabida al chisme, a tonterías? Es una falta de respeto con los seres humanos. Tenemos que reivindicar a las mujeres ecuatorianas y no solo a Manuela, que es la más importante de toda la Historia.

Recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo, en la categoría Artes. ¿Qué significó ésta distinción?
Para mí fue una sorpresa. Yo hubiese querido que le den un premio así, de ese nivel, a Eudoxia Estrella. Siempre pensé que ella se lo merecía. Es la creadora de la Bienal de Cuenca, Fundadora del Museo del Arte Moderno de Cuenca. Tal vez yo no me lo merecía, pero tal vez sí.

***

Bustos es una apasionada por el dibujo. “Debo ser la única pintora que trabaja con rapidógrafo”, dice, y recuerda que el primer rapidógrafo que usó fue un obsequio del arquitecto boliviano Javier ‘Maco’ Gutiérrez. “Ese instrumento le da algo arquitectónico o escultural a mis obras”, indica.

Su primera exposición individual la hizo con apenas 20 años. Oswaldo Guayasamín era entonces el presidente de la Casa de la Cultura. Él y su esposa Helena Heryes se encargaron del montaje de las 100 obras exhibidas.

¿Cómo fue su relación con Oswaldo Guayasamín?
Yo trabajé en su taller algunas piezas, como el retrato de mi madre. Él me daba las telas y los oleos; le gustaba mucho lo que yo hacía. Fue un gran artista, un conocedor de lo que realmente es el arte.

En sus pinturas firma solo como ‘Pilar’. ¿Por qué?
El hecho de que un cuadro lleve el nombre de una mujer da más fuerza a otras mujeres. Pensé que sería interesante firmar solo con ‘Pilar’ porque creo que eso le da más valor para que más mujeres tomen la decisión de pintar y poner su nombre también.

¿Qué opina del feminismo?
La historia siempre ha tratado de ocultar los logros de las mujeres. A la misma Manuela Sáenz la trataban como ‘la prostituta’. ¿Cómo puede ser posible que den cabida al chisme, a tonterías? Es una falta de respeto con los seres humanos. Tenemos que reivindicar a las mujeres ecuatorianas y no solo a Manuela, que es la más importante de toda la Historia.

Recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo, en la categoría Artes. ¿Qué significó ésta distinción?
Para mí fue una sorpresa. Yo hubiese querido que le den un premio así, de ese nivel, a Eudoxia Estrella. Siempre pensé que ella se lo merecía. Es la creadora de la Bienal de Cuenca, Fundadora del Museo del Arte Moderno de Cuenca. Tal vez yo no me lo merecía, pero tal vez sí.

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Bustos es una apasionada por el dibujo. “Debo ser la única pintora que trabaja con rapidógrafo”, dice, y recuerda que el primer rapidógrafo que usó fue un obsequio del arquitecto boliviano Javier ‘Maco’ Gutiérrez. “Ese instrumento le da algo arquitectónico o escultural a mis obras”, indica.

Su primera exposición individual la hizo con apenas 20 años. Oswaldo Guayasamín era entonces el presidente de la Casa de la Cultura. Él y su esposa Helena Heryes se encargaron del montaje de las 100 obras exhibidas.

¿Cómo fue su relación con Oswaldo Guayasamín?
Yo trabajé en su taller algunas piezas, como el retrato de mi madre. Él me daba las telas y los oleos; le gustaba mucho lo que yo hacía. Fue un gran artista, un conocedor de lo que realmente es el arte.

En sus pinturas firma solo como ‘Pilar’. ¿Por qué?
El hecho de que un cuadro lleve el nombre de una mujer da más fuerza a otras mujeres. Pensé que sería interesante firmar solo con ‘Pilar’ porque creo que eso le da más valor para que más mujeres tomen la decisión de pintar y poner su nombre también.

¿Qué opina del feminismo?
La historia siempre ha tratado de ocultar los logros de las mujeres. A la misma Manuela Sáenz la trataban como ‘la prostituta’. ¿Cómo puede ser posible que den cabida al chisme, a tonterías? Es una falta de respeto con los seres humanos. Tenemos que reivindicar a las mujeres ecuatorianas y no solo a Manuela, que es la más importante de toda la Historia.

Recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo, en la categoría Artes. ¿Qué significó ésta distinción?
Para mí fue una sorpresa. Yo hubiese querido que le den un premio así, de ese nivel, a Eudoxia Estrella. Siempre pensé que ella se lo merecía. Es la creadora de la Bienal de Cuenca, Fundadora del Museo del Arte Moderno de Cuenca. Tal vez yo no me lo merecía, pero tal vez sí.

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Bustos es una apasionada por el dibujo. “Debo ser la única pintora que trabaja con rapidógrafo”, dice, y recuerda que el primer rapidógrafo que usó fue un obsequio del arquitecto boliviano Javier ‘Maco’ Gutiérrez. “Ese instrumento le da algo arquitectónico o escultural a mis obras”, indica.

Su primera exposición individual la hizo con apenas 20 años. Oswaldo Guayasamín era entonces el presidente de la Casa de la Cultura. Él y su esposa Helena Heryes se encargaron del montaje de las 100 obras exhibidas.

¿Cómo fue su relación con Oswaldo Guayasamín?
Yo trabajé en su taller algunas piezas, como el retrato de mi madre. Él me daba las telas y los oleos; le gustaba mucho lo que yo hacía. Fue un gran artista, un conocedor de lo que realmente es el arte.

En sus pinturas firma solo como ‘Pilar’. ¿Por qué?
El hecho de que un cuadro lleve el nombre de una mujer da más fuerza a otras mujeres. Pensé que sería interesante firmar solo con ‘Pilar’ porque creo que eso le da más valor para que más mujeres tomen la decisión de pintar y poner su nombre también.

¿Qué opina del feminismo?
La historia siempre ha tratado de ocultar los logros de las mujeres. A la misma Manuela Sáenz la trataban como ‘la prostituta’. ¿Cómo puede ser posible que den cabida al chisme, a tonterías? Es una falta de respeto con los seres humanos. Tenemos que reivindicar a las mujeres ecuatorianas y no solo a Manuela, que es la más importante de toda la Historia.

Recibió el Premio Nacional Eugenio Espejo, en la categoría Artes. ¿Qué significó ésta distinción?
Para mí fue una sorpresa. Yo hubiese querido que le den un premio así, de ese nivel, a Eudoxia Estrella. Siempre pensé que ella se lo merecía. Es la creadora de la Bienal de Cuenca, Fundadora del Museo del Arte Moderno de Cuenca. Tal vez yo no me lo merecía, pero tal vez sí.

REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.
REPRESENTACIÓN. Bustos es considerada una de las artistas latinoamericanas más significativas de su generación.

¿Cómo recuerda su experiencia en la docencia?
Me gustaba ser docente. Empecé en la Universidad Central. Ahí también tuve varios discípulos. Uno de ellos Jaime Zapata, era mi mejor alumno. Creo que estuve desde el 76 al 86. Unos diez años o más, los últimos en la Universidad San Francisco.

¿Cómo se ve la vida a los 74 años?
No, no la veo (risas). Siento que me falta tiempo para muchas cosas. Sé que mi tiempo es corto, entonces, quisiera terminar ordenando todo lo que más pueda. Y disfrutar la vida con paz y tranquilidad, que no tengo mucho, por supuesto. No me deja vivir la pobreza del mundo, lo que sucede en el país. Como artista, soy demasiado sensible. Eso me afecta.

***

Concluida la entrevista, pasamos a su estudio y me indica parte de su trabajo. En un cuadro aún por terminar se visualiza al niño sirio que fue encontrado ahogado en el mar, imagen que recorrió el mundo y que ahora se inmortaliza en el trazo de una gran muralista, pintora y dibujante ecuatoriana.

Al despedirnos, me obsequió uno de sus cuadros y condujo su jeep para acercarme a la parada del bus, dos gestos imborrables en mi memoria que dicen mucho de la grandeza de su ser y, por su puesto, de su humildad y sencillez.

[email protected]

FRASE

Creo que mi memoria es de tacto”. Pilar Bustos, artista.

Premios
obtenidos

° 2015 – Premio Nacional Eugenio Espejo, categoría Artes. Ecuador.
1980 – Mención, Concurso Internacional de Dibujo y Poesía sobre Danza. Universidad Autónoma de México.
1967 – Segundo Premio, Mural Parque Universitario. La Habana, Cuba.
1966 – Primer Premio, realización Mural. Ciudad Sandino, Cuba
1965 – Premio Adquisición y Premio Ingreso a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

¿Cómo recuerda su experiencia en la docencia?
Me gustaba ser docente. Empecé en la Universidad Central. Ahí también tuve varios discípulos. Uno de ellos Jaime Zapata, era mi mejor alumno. Creo que estuve desde el 76 al 86. Unos diez años o más, los últimos en la Universidad San Francisco.

¿Cómo se ve la vida a los 74 años?
No, no la veo (risas). Siento que me falta tiempo para muchas cosas. Sé que mi tiempo es corto, entonces, quisiera terminar ordenando todo lo que más pueda. Y disfrutar la vida con paz y tranquilidad, que no tengo mucho, por supuesto. No me deja vivir la pobreza del mundo, lo que sucede en el país. Como artista, soy demasiado sensible. Eso me afecta.

***

Concluida la entrevista, pasamos a su estudio y me indica parte de su trabajo. En un cuadro aún por terminar se visualiza al niño sirio que fue encontrado ahogado en el mar, imagen que recorrió el mundo y que ahora se inmortaliza en el trazo de una gran muralista, pintora y dibujante ecuatoriana.

Al despedirnos, me obsequió uno de sus cuadros y condujo su jeep para acercarme a la parada del bus, dos gestos imborrables en mi memoria que dicen mucho de la grandeza de su ser y, por su puesto, de su humildad y sencillez.

[email protected]

FRASE

Creo que mi memoria es de tacto”. Pilar Bustos, artista.

Premios
obtenidos

° 2015 – Premio Nacional Eugenio Espejo, categoría Artes. Ecuador.
1980 – Mención, Concurso Internacional de Dibujo y Poesía sobre Danza. Universidad Autónoma de México.
1967 – Segundo Premio, Mural Parque Universitario. La Habana, Cuba.
1966 – Primer Premio, realización Mural. Ciudad Sandino, Cuba
1965 – Premio Adquisición y Premio Ingreso a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

¿Cómo recuerda su experiencia en la docencia?
Me gustaba ser docente. Empecé en la Universidad Central. Ahí también tuve varios discípulos. Uno de ellos Jaime Zapata, era mi mejor alumno. Creo que estuve desde el 76 al 86. Unos diez años o más, los últimos en la Universidad San Francisco.

¿Cómo se ve la vida a los 74 años?
No, no la veo (risas). Siento que me falta tiempo para muchas cosas. Sé que mi tiempo es corto, entonces, quisiera terminar ordenando todo lo que más pueda. Y disfrutar la vida con paz y tranquilidad, que no tengo mucho, por supuesto. No me deja vivir la pobreza del mundo, lo que sucede en el país. Como artista, soy demasiado sensible. Eso me afecta.

***

Concluida la entrevista, pasamos a su estudio y me indica parte de su trabajo. En un cuadro aún por terminar se visualiza al niño sirio que fue encontrado ahogado en el mar, imagen que recorrió el mundo y que ahora se inmortaliza en el trazo de una gran muralista, pintora y dibujante ecuatoriana.

Al despedirnos, me obsequió uno de sus cuadros y condujo su jeep para acercarme a la parada del bus, dos gestos imborrables en mi memoria que dicen mucho de la grandeza de su ser y, por su puesto, de su humildad y sencillez.

[email protected]

FRASE

Creo que mi memoria es de tacto”. Pilar Bustos, artista.

Premios
obtenidos

° 2015 – Premio Nacional Eugenio Espejo, categoría Artes. Ecuador.
1980 – Mención, Concurso Internacional de Dibujo y Poesía sobre Danza. Universidad Autónoma de México.
1967 – Segundo Premio, Mural Parque Universitario. La Habana, Cuba.
1966 – Primer Premio, realización Mural. Ciudad Sandino, Cuba
1965 – Premio Adquisición y Premio Ingreso a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

¿Cómo recuerda su experiencia en la docencia?
Me gustaba ser docente. Empecé en la Universidad Central. Ahí también tuve varios discípulos. Uno de ellos Jaime Zapata, era mi mejor alumno. Creo que estuve desde el 76 al 86. Unos diez años o más, los últimos en la Universidad San Francisco.

¿Cómo se ve la vida a los 74 años?
No, no la veo (risas). Siento que me falta tiempo para muchas cosas. Sé que mi tiempo es corto, entonces, quisiera terminar ordenando todo lo que más pueda. Y disfrutar la vida con paz y tranquilidad, que no tengo mucho, por supuesto. No me deja vivir la pobreza del mundo, lo que sucede en el país. Como artista, soy demasiado sensible. Eso me afecta.

***

Concluida la entrevista, pasamos a su estudio y me indica parte de su trabajo. En un cuadro aún por terminar se visualiza al niño sirio que fue encontrado ahogado en el mar, imagen que recorrió el mundo y que ahora se inmortaliza en el trazo de una gran muralista, pintora y dibujante ecuatoriana.

Al despedirnos, me obsequió uno de sus cuadros y condujo su jeep para acercarme a la parada del bus, dos gestos imborrables en mi memoria que dicen mucho de la grandeza de su ser y, por su puesto, de su humildad y sencillez.

[email protected]

FRASE

Creo que mi memoria es de tacto”. Pilar Bustos, artista.

Premios
obtenidos

° 2015 – Premio Nacional Eugenio Espejo, categoría Artes. Ecuador.
1980 – Mención, Concurso Internacional de Dibujo y Poesía sobre Danza. Universidad Autónoma de México.
1967 – Segundo Premio, Mural Parque Universitario. La Habana, Cuba.
1966 – Primer Premio, realización Mural. Ciudad Sandino, Cuba
1965 – Premio Adquisición y Premio Ingreso a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.