Caminando con mi vecino

PAISAJE. Una vista panorámica de la ciudad es el principal atractivo del sector.
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PAISAJE. Una vista panorámica de la ciudad es el principal atractivo del sector.

Por Susana Freire García

Cuando se pasea por el sector de La Colmena, surge la sensación de tener a la ciudad bajo nuestros pies. Esta ilusión óptica propia del hondón quiteño merece ser disfrutada por todos quienes habitan en la ciudad. Un grupo de gestores culturales trabaja desde hace algunos años para materializar este objetivo, estableciendo un puente entre el patrimonio natural y el intangible de este sector, en el cual se prioriza al ser humano, los afectos y la buena vecindad.

El chaquiñán
El Colectivo Chakiñan nació en el 2014. Su nombre viene de que, antiguamente, no existían calles en este popular sector de la ciudad y sus habitantes caminaban por los chaquiñanes.

Esta palabra, que tiene raíces indígenas y que está tan anclada en nuestro lenguaje cotidiano, guarda íntima relación con la naturaleza misma del proyecto, que es el resultado del proceso de empoderamiento de los vecinos de la parroquia La Libertad- Colmena.

El equipo de trabajo conformado por Guadalupe Panchi, Iván Villacís, Daniela Villacís, Paul Santos, Cristina Guzmán, Cristina Panchi, Jorge Moya y Joseph Cueva, trabaja en la generación de factores que influyan positivamente en el desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad derivada de esta propuesta ciudadana les instó a capacitarse como gestores culturales, y entre sus primeras acciones estuvo el levantar la memoria histórica, cultural, patrimonial y natural de La Colmena y los barrios aledaños, para generar encadenamientos productivos que beneficien a los moradores.

Esta labor motiva a que sean ellos los actores principales del cambio, a través de la participación colectiva y el potenciamiento de la economía cultural.

RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
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Por Susana Freire García

Cuando se pasea por el sector de La Colmena, surge la sensación de tener a la ciudad bajo nuestros pies. Esta ilusión óptica propia del hondón quiteño merece ser disfrutada por todos quienes habitan en la ciudad. Un grupo de gestores culturales trabaja desde hace algunos años para materializar este objetivo, estableciendo un puente entre el patrimonio natural y el intangible de este sector, en el cual se prioriza al ser humano, los afectos y la buena vecindad.

El chaquiñán
El Colectivo Chakiñan nació en el 2014. Su nombre viene de que, antiguamente, no existían calles en este popular sector de la ciudad y sus habitantes caminaban por los chaquiñanes.

Esta palabra, que tiene raíces indígenas y que está tan anclada en nuestro lenguaje cotidiano, guarda íntima relación con la naturaleza misma del proyecto, que es el resultado del proceso de empoderamiento de los vecinos de la parroquia La Libertad- Colmena.

El equipo de trabajo conformado por Guadalupe Panchi, Iván Villacís, Daniela Villacís, Paul Santos, Cristina Guzmán, Cristina Panchi, Jorge Moya y Joseph Cueva, trabaja en la generación de factores que influyan positivamente en el desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad derivada de esta propuesta ciudadana les instó a capacitarse como gestores culturales, y entre sus primeras acciones estuvo el levantar la memoria histórica, cultural, patrimonial y natural de La Colmena y los barrios aledaños, para generar encadenamientos productivos que beneficien a los moradores.

Esta labor motiva a que sean ellos los actores principales del cambio, a través de la participación colectiva y el potenciamiento de la economía cultural.

Por Susana Freire García

Cuando se pasea por el sector de La Colmena, surge la sensación de tener a la ciudad bajo nuestros pies. Esta ilusión óptica propia del hondón quiteño merece ser disfrutada por todos quienes habitan en la ciudad. Un grupo de gestores culturales trabaja desde hace algunos años para materializar este objetivo, estableciendo un puente entre el patrimonio natural y el intangible de este sector, en el cual se prioriza al ser humano, los afectos y la buena vecindad.

El chaquiñán
El Colectivo Chakiñan nació en el 2014. Su nombre viene de que, antiguamente, no existían calles en este popular sector de la ciudad y sus habitantes caminaban por los chaquiñanes.

Esta palabra, que tiene raíces indígenas y que está tan anclada en nuestro lenguaje cotidiano, guarda íntima relación con la naturaleza misma del proyecto, que es el resultado del proceso de empoderamiento de los vecinos de la parroquia La Libertad- Colmena.

El equipo de trabajo conformado por Guadalupe Panchi, Iván Villacís, Daniela Villacís, Paul Santos, Cristina Guzmán, Cristina Panchi, Jorge Moya y Joseph Cueva, trabaja en la generación de factores que influyan positivamente en el desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad derivada de esta propuesta ciudadana les instó a capacitarse como gestores culturales, y entre sus primeras acciones estuvo el levantar la memoria histórica, cultural, patrimonial y natural de La Colmena y los barrios aledaños, para generar encadenamientos productivos que beneficien a los moradores.

Esta labor motiva a que sean ellos los actores principales del cambio, a través de la participación colectiva y el potenciamiento de la economía cultural.

Por Susana Freire García

Cuando se pasea por el sector de La Colmena, surge la sensación de tener a la ciudad bajo nuestros pies. Esta ilusión óptica propia del hondón quiteño merece ser disfrutada por todos quienes habitan en la ciudad. Un grupo de gestores culturales trabaja desde hace algunos años para materializar este objetivo, estableciendo un puente entre el patrimonio natural y el intangible de este sector, en el cual se prioriza al ser humano, los afectos y la buena vecindad.

El chaquiñán
El Colectivo Chakiñan nació en el 2014. Su nombre viene de que, antiguamente, no existían calles en este popular sector de la ciudad y sus habitantes caminaban por los chaquiñanes.

Esta palabra, que tiene raíces indígenas y que está tan anclada en nuestro lenguaje cotidiano, guarda íntima relación con la naturaleza misma del proyecto, que es el resultado del proceso de empoderamiento de los vecinos de la parroquia La Libertad- Colmena.

El equipo de trabajo conformado por Guadalupe Panchi, Iván Villacís, Daniela Villacís, Paul Santos, Cristina Guzmán, Cristina Panchi, Jorge Moya y Joseph Cueva, trabaja en la generación de factores que influyan positivamente en el desarrollo de la comunidad.

La responsabilidad derivada de esta propuesta ciudadana les instó a capacitarse como gestores culturales, y entre sus primeras acciones estuvo el levantar la memoria histórica, cultural, patrimonial y natural de La Colmena y los barrios aledaños, para generar encadenamientos productivos que beneficien a los moradores.

Esta labor motiva a que sean ellos los actores principales del cambio, a través de la participación colectiva y el potenciamiento de la economía cultural.

RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.
RECORRIDOS. Las caminatas junto a los moradores invitan a conocer la historia y tradiciones de La Colmena.

Contra la estigmatización
El desconocimiento del valor histórico de esta zona ha provocado que La Colmena y sus alrededores sean catalogados como barrios peligrosos. Esta estigmatización fue lo que provocó que el Colectivo Chakiñan incentivase a que varias instituciones educativas generaran procesos investigativos dentro del sector, entre los que pueden mencionarse la recopilación fotográfica, talleres de cometas y juegos tradicionales, y la realización de actividades culturales, turísticas y sociales para recuperar la memoria social de los barrios.

Uno de los servicios más importantes que brindan los gestores culturales son los recorridos ‘Caminando con mi vecino’, destinados a potenciar el desarrollo comunitario. La intención es llegar a públicos diversos a través de varias caminatas que han sido designadas: ‘Mi Barrio’ (vinculado a La Colmena), ‘Jatuna’ (La Chorrera y Las Canteras), ‘La libertad emblemática: leyenda del perejil’ (dedicada al Cerro Ungui), y ‘La escalinata sin fin’ (antiguo camino al Panecillo).

Estas caminatas se desarrollan constantemente a fin de que cada vez más personas se animen a conocer el sector, y comprueben por cuenta propia que en La Colmena y los barrios aledaños, los vecinos están comprometidos a laborar mancomunadamente para luchar a favor de objetivos comunes, y superar la estigmatización social.

A la vez que fortalecen los sentimientos de pertenencia e identidad hacia Quito, estas iniciativas ciudadanas generan la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida para los vecinos, a la democratización del conocimiento y, lo más importante, a rescatar el lado más sensible de la historia y del patrimonio: la importancia de crear verdaderos lazos de amistad, respeto y solidaridad.

[email protected]

Contra la estigmatización
El desconocimiento del valor histórico de esta zona ha provocado que La Colmena y sus alrededores sean catalogados como barrios peligrosos. Esta estigmatización fue lo que provocó que el Colectivo Chakiñan incentivase a que varias instituciones educativas generaran procesos investigativos dentro del sector, entre los que pueden mencionarse la recopilación fotográfica, talleres de cometas y juegos tradicionales, y la realización de actividades culturales, turísticas y sociales para recuperar la memoria social de los barrios.

Uno de los servicios más importantes que brindan los gestores culturales son los recorridos ‘Caminando con mi vecino’, destinados a potenciar el desarrollo comunitario. La intención es llegar a públicos diversos a través de varias caminatas que han sido designadas: ‘Mi Barrio’ (vinculado a La Colmena), ‘Jatuna’ (La Chorrera y Las Canteras), ‘La libertad emblemática: leyenda del perejil’ (dedicada al Cerro Ungui), y ‘La escalinata sin fin’ (antiguo camino al Panecillo).

Estas caminatas se desarrollan constantemente a fin de que cada vez más personas se animen a conocer el sector, y comprueben por cuenta propia que en La Colmena y los barrios aledaños, los vecinos están comprometidos a laborar mancomunadamente para luchar a favor de objetivos comunes, y superar la estigmatización social.

A la vez que fortalecen los sentimientos de pertenencia e identidad hacia Quito, estas iniciativas ciudadanas generan la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida para los vecinos, a la democratización del conocimiento y, lo más importante, a rescatar el lado más sensible de la historia y del patrimonio: la importancia de crear verdaderos lazos de amistad, respeto y solidaridad.

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El desconocimiento del valor histórico de esta zona ha provocado que La Colmena y sus alrededores sean catalogados como barrios peligrosos. Esta estigmatización fue lo que provocó que el Colectivo Chakiñan incentivase a que varias instituciones educativas generaran procesos investigativos dentro del sector, entre los que pueden mencionarse la recopilación fotográfica, talleres de cometas y juegos tradicionales, y la realización de actividades culturales, turísticas y sociales para recuperar la memoria social de los barrios.

Uno de los servicios más importantes que brindan los gestores culturales son los recorridos ‘Caminando con mi vecino’, destinados a potenciar el desarrollo comunitario. La intención es llegar a públicos diversos a través de varias caminatas que han sido designadas: ‘Mi Barrio’ (vinculado a La Colmena), ‘Jatuna’ (La Chorrera y Las Canteras), ‘La libertad emblemática: leyenda del perejil’ (dedicada al Cerro Ungui), y ‘La escalinata sin fin’ (antiguo camino al Panecillo).

Estas caminatas se desarrollan constantemente a fin de que cada vez más personas se animen a conocer el sector, y comprueben por cuenta propia que en La Colmena y los barrios aledaños, los vecinos están comprometidos a laborar mancomunadamente para luchar a favor de objetivos comunes, y superar la estigmatización social.

A la vez que fortalecen los sentimientos de pertenencia e identidad hacia Quito, estas iniciativas ciudadanas generan la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida para los vecinos, a la democratización del conocimiento y, lo más importante, a rescatar el lado más sensible de la historia y del patrimonio: la importancia de crear verdaderos lazos de amistad, respeto y solidaridad.

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Contra la estigmatización
El desconocimiento del valor histórico de esta zona ha provocado que La Colmena y sus alrededores sean catalogados como barrios peligrosos. Esta estigmatización fue lo que provocó que el Colectivo Chakiñan incentivase a que varias instituciones educativas generaran procesos investigativos dentro del sector, entre los que pueden mencionarse la recopilación fotográfica, talleres de cometas y juegos tradicionales, y la realización de actividades culturales, turísticas y sociales para recuperar la memoria social de los barrios.

Uno de los servicios más importantes que brindan los gestores culturales son los recorridos ‘Caminando con mi vecino’, destinados a potenciar el desarrollo comunitario. La intención es llegar a públicos diversos a través de varias caminatas que han sido designadas: ‘Mi Barrio’ (vinculado a La Colmena), ‘Jatuna’ (La Chorrera y Las Canteras), ‘La libertad emblemática: leyenda del perejil’ (dedicada al Cerro Ungui), y ‘La escalinata sin fin’ (antiguo camino al Panecillo).

Estas caminatas se desarrollan constantemente a fin de que cada vez más personas se animen a conocer el sector, y comprueben por cuenta propia que en La Colmena y los barrios aledaños, los vecinos están comprometidos a laborar mancomunadamente para luchar a favor de objetivos comunes, y superar la estigmatización social.

A la vez que fortalecen los sentimientos de pertenencia e identidad hacia Quito, estas iniciativas ciudadanas generan la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida para los vecinos, a la democratización del conocimiento y, lo más importante, a rescatar el lado más sensible de la historia y del patrimonio: la importancia de crear verdaderos lazos de amistad, respeto y solidaridad.

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