‘La buena vida’

Andrés Ontaneda

En alguna ocasión nos han realizado un cumplido similar a este: ¡Qué bien te ves!, e inconscientemente respondemos es que es “la buena vida”. Es que a veces estos sinónimos de felicidad solemos confundir como una respuesta sensata y afable.

Utilizamos el término “buena vida”, que de manera despectiva se refiere a una persona que generó un estilo de vida y una forma de concebir el mundo con un carácter dominante, basado en privilegios al cual se llamó burgués al hombre adinerado, amante de las comodidades, de mentalidad acompañada del amor por el dinero y el confort.

El Papa Francisco en la convención mundial de jóvenes en Cracovia habló a las juventudes de tener cuidado de confundir felicidad con consumismo y comodidad y se refirió explícitamente a los jóvenes ‘pasotas’ y ‘ninis’, personas que no estudian, ni trabajan y explicó que la felicidad no se la encuentra tras un sofá y un videojuego, ni tampoco se adquiere como un producto más de la sociedad y quienes optan por ello son aquellas que se sienten de llenar un vacío interior.

Es cierto que la felicidad incluye cierto grado de placer y de bienestar material, pero quienes buscan la felicidad inmediata se encuentran confundidos. Aristóteles afirmaba que es algo que sobreviene y está en algunas actividades en las que realizamos, por ende, la mayoría de las personas anhelamos tener una “buena vida”, sin saber que es mejor optar por una “vida buena” que proviene de ser “ virtuoso” en la vida honesta, en vivir y obrar bien conforme a la virtud.

Quien quiera vivir cosas anticipadas será más costoso al final, hoy en día quien no maneja la resiliencia estará muerto en vida y quién tenga la capacidad de conocer mejor su cerebro y su interior tendrá la esperanza de vivir y no sobrevivir. A veces el dinero puede motivar el esfuerzo pero no la inteligencia. (O)

[email protected]

Andrés Ontaneda

En alguna ocasión nos han realizado un cumplido similar a este: ¡Qué bien te ves!, e inconscientemente respondemos es que es “la buena vida”. Es que a veces estos sinónimos de felicidad solemos confundir como una respuesta sensata y afable.

Utilizamos el término “buena vida”, que de manera despectiva se refiere a una persona que generó un estilo de vida y una forma de concebir el mundo con un carácter dominante, basado en privilegios al cual se llamó burgués al hombre adinerado, amante de las comodidades, de mentalidad acompañada del amor por el dinero y el confort.

El Papa Francisco en la convención mundial de jóvenes en Cracovia habló a las juventudes de tener cuidado de confundir felicidad con consumismo y comodidad y se refirió explícitamente a los jóvenes ‘pasotas’ y ‘ninis’, personas que no estudian, ni trabajan y explicó que la felicidad no se la encuentra tras un sofá y un videojuego, ni tampoco se adquiere como un producto más de la sociedad y quienes optan por ello son aquellas que se sienten de llenar un vacío interior.

Es cierto que la felicidad incluye cierto grado de placer y de bienestar material, pero quienes buscan la felicidad inmediata se encuentran confundidos. Aristóteles afirmaba que es algo que sobreviene y está en algunas actividades en las que realizamos, por ende, la mayoría de las personas anhelamos tener una “buena vida”, sin saber que es mejor optar por una “vida buena” que proviene de ser “ virtuoso” en la vida honesta, en vivir y obrar bien conforme a la virtud.

Quien quiera vivir cosas anticipadas será más costoso al final, hoy en día quien no maneja la resiliencia estará muerto en vida y quién tenga la capacidad de conocer mejor su cerebro y su interior tendrá la esperanza de vivir y no sobrevivir. A veces el dinero puede motivar el esfuerzo pero no la inteligencia. (O)

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En alguna ocasión nos han realizado un cumplido similar a este: ¡Qué bien te ves!, e inconscientemente respondemos es que es “la buena vida”. Es que a veces estos sinónimos de felicidad solemos confundir como una respuesta sensata y afable.

Utilizamos el término “buena vida”, que de manera despectiva se refiere a una persona que generó un estilo de vida y una forma de concebir el mundo con un carácter dominante, basado en privilegios al cual se llamó burgués al hombre adinerado, amante de las comodidades, de mentalidad acompañada del amor por el dinero y el confort.

El Papa Francisco en la convención mundial de jóvenes en Cracovia habló a las juventudes de tener cuidado de confundir felicidad con consumismo y comodidad y se refirió explícitamente a los jóvenes ‘pasotas’ y ‘ninis’, personas que no estudian, ni trabajan y explicó que la felicidad no se la encuentra tras un sofá y un videojuego, ni tampoco se adquiere como un producto más de la sociedad y quienes optan por ello son aquellas que se sienten de llenar un vacío interior.

Es cierto que la felicidad incluye cierto grado de placer y de bienestar material, pero quienes buscan la felicidad inmediata se encuentran confundidos. Aristóteles afirmaba que es algo que sobreviene y está en algunas actividades en las que realizamos, por ende, la mayoría de las personas anhelamos tener una “buena vida”, sin saber que es mejor optar por una “vida buena” que proviene de ser “ virtuoso” en la vida honesta, en vivir y obrar bien conforme a la virtud.

Quien quiera vivir cosas anticipadas será más costoso al final, hoy en día quien no maneja la resiliencia estará muerto en vida y quién tenga la capacidad de conocer mejor su cerebro y su interior tendrá la esperanza de vivir y no sobrevivir. A veces el dinero puede motivar el esfuerzo pero no la inteligencia. (O)

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En alguna ocasión nos han realizado un cumplido similar a este: ¡Qué bien te ves!, e inconscientemente respondemos es que es “la buena vida”. Es que a veces estos sinónimos de felicidad solemos confundir como una respuesta sensata y afable.

Utilizamos el término “buena vida”, que de manera despectiva se refiere a una persona que generó un estilo de vida y una forma de concebir el mundo con un carácter dominante, basado en privilegios al cual se llamó burgués al hombre adinerado, amante de las comodidades, de mentalidad acompañada del amor por el dinero y el confort.

El Papa Francisco en la convención mundial de jóvenes en Cracovia habló a las juventudes de tener cuidado de confundir felicidad con consumismo y comodidad y se refirió explícitamente a los jóvenes ‘pasotas’ y ‘ninis’, personas que no estudian, ni trabajan y explicó que la felicidad no se la encuentra tras un sofá y un videojuego, ni tampoco se adquiere como un producto más de la sociedad y quienes optan por ello son aquellas que se sienten de llenar un vacío interior.

Es cierto que la felicidad incluye cierto grado de placer y de bienestar material, pero quienes buscan la felicidad inmediata se encuentran confundidos. Aristóteles afirmaba que es algo que sobreviene y está en algunas actividades en las que realizamos, por ende, la mayoría de las personas anhelamos tener una “buena vida”, sin saber que es mejor optar por una “vida buena” que proviene de ser “ virtuoso” en la vida honesta, en vivir y obrar bien conforme a la virtud.

Quien quiera vivir cosas anticipadas será más costoso al final, hoy en día quien no maneja la resiliencia estará muerto en vida y quién tenga la capacidad de conocer mejor su cerebro y su interior tendrá la esperanza de vivir y no sobrevivir. A veces el dinero puede motivar el esfuerzo pero no la inteligencia. (O)

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