Hallan 39 cadáveres en un camión en Reino Unido

MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)
MACABRO. En este vehículo, de cabina roja y larga caja blanca, fueron encon- trados los cuerpos. (AFP)

Redacción GRAYS,
AFP

Treinta y nueve cadáveres fueron hallados ayer dentro de un camión, a unos 35 km al este de Londres, cuyo conductor fue detenido por asesinato, conmocionando a un Reino Unido que multiplicó los llamados a luchar contra el tráfico de personas.

El vehículo habría llegado poco después de la medianoche al puerto inglés de Purfleet, a orillas del Támesis, procedente de la localidad belga de Zeebrugge, informó la policía británica.

Esta travesía marítima dura nueve horas. El camión fue matriculado en Bulgaria en 2017 a nombre de la empresa propiedad de una mujer irlandesa, afirmaron las autoridades de Sofía. Desde entonces no ha vuelto al país, aseguró el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov.

Su homólogo británico, Boris Johnson, se declaró “horrorizado por este trágico acontecimiento”. “El ministerio del Interior trabajará (…) para establecer exactamente lo ocurrido”, afirmó en un tuit.

“Todos los traficantes de seres humanos deberían ser perseguidos y procesados”, dijo después Johnson en el Parlamento.

Por una llamada

La policía no precisó si las víctimas -38 adultos y un adolescente- eran migrantes y advirtió que su identificación puede llevar tiempo.

El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, fue detenido bajo imputación de asesinato, precisó la policía.

Tráfico de migrantes

La policía habilitó dos números de teléfono, uno nacional y otro internacional, para atender a quienes pudiesen temer que sus familiares estén entre las víctimas, y llamó a la colaboración ciudadana para dilucidar el crimen.

“El tráfico de personas es un negocio vil y peligroso”, denunció por su parte la diputada local Jackie Doyle-Price, deseando que “lleven a estos asesinos ante la justicia”.

Este tipo de casos no son usuales en el Reino Unido. El último se remontaba al año 2000, cuando 58 migrantes chinos fueron hallados muertos por asfixia en un camión en Dóver.

En 2014, trabajadores del puerto de Tilbury oyeron gritos y golpes dentro de un contenedor marítimo y encontraron en su interior a 34 afganos vivos pero gravemente afectados de deshidratación, hipotermia y falta de aire.

En Austria en 2015, 71 migrantes fueron hallados muertos por asfixia en el compartimento herméticamente cerrado de un camión abandonado en una carretera.

El jefe de la fuerza austriaca contra el tráfico humano, Gerald Tatzgern, afirmó ayer que actualmente el número de personas trasladadas en contenedores, por carretera o ferrocarril, en la llamada ruta de los Balcanes, es “relativamente alto”.

Redacción GRAYS,
AFP

Treinta y nueve cadáveres fueron hallados ayer dentro de un camión, a unos 35 km al este de Londres, cuyo conductor fue detenido por asesinato, conmocionando a un Reino Unido que multiplicó los llamados a luchar contra el tráfico de personas.

El vehículo habría llegado poco después de la medianoche al puerto inglés de Purfleet, a orillas del Támesis, procedente de la localidad belga de Zeebrugge, informó la policía británica.

Esta travesía marítima dura nueve horas. El camión fue matriculado en Bulgaria en 2017 a nombre de la empresa propiedad de una mujer irlandesa, afirmaron las autoridades de Sofía. Desde entonces no ha vuelto al país, aseguró el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov.

Su homólogo británico, Boris Johnson, se declaró “horrorizado por este trágico acontecimiento”. “El ministerio del Interior trabajará (…) para establecer exactamente lo ocurrido”, afirmó en un tuit.

“Todos los traficantes de seres humanos deberían ser perseguidos y procesados”, dijo después Johnson en el Parlamento.

Por una llamada

La policía no precisó si las víctimas -38 adultos y un adolescente- eran migrantes y advirtió que su identificación puede llevar tiempo.

El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, fue detenido bajo imputación de asesinato, precisó la policía.

Tráfico de migrantes

La policía habilitó dos números de teléfono, uno nacional y otro internacional, para atender a quienes pudiesen temer que sus familiares estén entre las víctimas, y llamó a la colaboración ciudadana para dilucidar el crimen.

“El tráfico de personas es un negocio vil y peligroso”, denunció por su parte la diputada local Jackie Doyle-Price, deseando que “lleven a estos asesinos ante la justicia”.

Este tipo de casos no son usuales en el Reino Unido. El último se remontaba al año 2000, cuando 58 migrantes chinos fueron hallados muertos por asfixia en un camión en Dóver.

En 2014, trabajadores del puerto de Tilbury oyeron gritos y golpes dentro de un contenedor marítimo y encontraron en su interior a 34 afganos vivos pero gravemente afectados de deshidratación, hipotermia y falta de aire.

En Austria en 2015, 71 migrantes fueron hallados muertos por asfixia en el compartimento herméticamente cerrado de un camión abandonado en una carretera.

El jefe de la fuerza austriaca contra el tráfico humano, Gerald Tatzgern, afirmó ayer que actualmente el número de personas trasladadas en contenedores, por carretera o ferrocarril, en la llamada ruta de los Balcanes, es “relativamente alto”.

Redacción GRAYS,
AFP

Treinta y nueve cadáveres fueron hallados ayer dentro de un camión, a unos 35 km al este de Londres, cuyo conductor fue detenido por asesinato, conmocionando a un Reino Unido que multiplicó los llamados a luchar contra el tráfico de personas.

El vehículo habría llegado poco después de la medianoche al puerto inglés de Purfleet, a orillas del Támesis, procedente de la localidad belga de Zeebrugge, informó la policía británica.

Esta travesía marítima dura nueve horas. El camión fue matriculado en Bulgaria en 2017 a nombre de la empresa propiedad de una mujer irlandesa, afirmaron las autoridades de Sofía. Desde entonces no ha vuelto al país, aseguró el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov.

Su homólogo británico, Boris Johnson, se declaró “horrorizado por este trágico acontecimiento”. “El ministerio del Interior trabajará (…) para establecer exactamente lo ocurrido”, afirmó en un tuit.

“Todos los traficantes de seres humanos deberían ser perseguidos y procesados”, dijo después Johnson en el Parlamento.

Por una llamada

La policía no precisó si las víctimas -38 adultos y un adolescente- eran migrantes y advirtió que su identificación puede llevar tiempo.

El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, fue detenido bajo imputación de asesinato, precisó la policía.

Tráfico de migrantes

La policía habilitó dos números de teléfono, uno nacional y otro internacional, para atender a quienes pudiesen temer que sus familiares estén entre las víctimas, y llamó a la colaboración ciudadana para dilucidar el crimen.

“El tráfico de personas es un negocio vil y peligroso”, denunció por su parte la diputada local Jackie Doyle-Price, deseando que “lleven a estos asesinos ante la justicia”.

Este tipo de casos no son usuales en el Reino Unido. El último se remontaba al año 2000, cuando 58 migrantes chinos fueron hallados muertos por asfixia en un camión en Dóver.

En 2014, trabajadores del puerto de Tilbury oyeron gritos y golpes dentro de un contenedor marítimo y encontraron en su interior a 34 afganos vivos pero gravemente afectados de deshidratación, hipotermia y falta de aire.

En Austria en 2015, 71 migrantes fueron hallados muertos por asfixia en el compartimento herméticamente cerrado de un camión abandonado en una carretera.

El jefe de la fuerza austriaca contra el tráfico humano, Gerald Tatzgern, afirmó ayer que actualmente el número de personas trasladadas en contenedores, por carretera o ferrocarril, en la llamada ruta de los Balcanes, es “relativamente alto”.

Redacción GRAYS,
AFP

Treinta y nueve cadáveres fueron hallados ayer dentro de un camión, a unos 35 km al este de Londres, cuyo conductor fue detenido por asesinato, conmocionando a un Reino Unido que multiplicó los llamados a luchar contra el tráfico de personas.

El vehículo habría llegado poco después de la medianoche al puerto inglés de Purfleet, a orillas del Támesis, procedente de la localidad belga de Zeebrugge, informó la policía británica.

Esta travesía marítima dura nueve horas. El camión fue matriculado en Bulgaria en 2017 a nombre de la empresa propiedad de una mujer irlandesa, afirmaron las autoridades de Sofía. Desde entonces no ha vuelto al país, aseguró el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov.

Su homólogo británico, Boris Johnson, se declaró “horrorizado por este trágico acontecimiento”. “El ministerio del Interior trabajará (…) para establecer exactamente lo ocurrido”, afirmó en un tuit.

“Todos los traficantes de seres humanos deberían ser perseguidos y procesados”, dijo después Johnson en el Parlamento.

Por una llamada

La policía no precisó si las víctimas -38 adultos y un adolescente- eran migrantes y advirtió que su identificación puede llevar tiempo.

El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, fue detenido bajo imputación de asesinato, precisó la policía.

Tráfico de migrantes

La policía habilitó dos números de teléfono, uno nacional y otro internacional, para atender a quienes pudiesen temer que sus familiares estén entre las víctimas, y llamó a la colaboración ciudadana para dilucidar el crimen.

“El tráfico de personas es un negocio vil y peligroso”, denunció por su parte la diputada local Jackie Doyle-Price, deseando que “lleven a estos asesinos ante la justicia”.

Este tipo de casos no son usuales en el Reino Unido. El último se remontaba al año 2000, cuando 58 migrantes chinos fueron hallados muertos por asfixia en un camión en Dóver.

En 2014, trabajadores del puerto de Tilbury oyeron gritos y golpes dentro de un contenedor marítimo y encontraron en su interior a 34 afganos vivos pero gravemente afectados de deshidratación, hipotermia y falta de aire.

En Austria en 2015, 71 migrantes fueron hallados muertos por asfixia en el compartimento herméticamente cerrado de un camión abandonado en una carretera.

El jefe de la fuerza austriaca contra el tráfico humano, Gerald Tatzgern, afirmó ayer que actualmente el número de personas trasladadas en contenedores, por carretera o ferrocarril, en la llamada ruta de los Balcanes, es “relativamente alto”.