La brisa

«Hoy Latinoamérica está despertando. Lo que comenzó en Venezuela como una brisa bolivariana, hoy está convertido en un huracán en Latinoamérica».

Estas palabras las pronunció el “señor” (si es que se lo puede llamar así) Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, refiriéndose a la conmoción social que vivió el Ecuador hace un par de semanas, y la que está atravesando Chile en estos días. ¿Qué quiso decir este palurdo? Sin caer en generalizaciones, menos aún en xenofobia, existen pruebas irrefutables de que ciudadanos extranjeros, algunos de ellos de nacionalidad venezolana, han sido detenidos en nuestro país, por haber participado en las protestas (léase vandalismo) que convirtieron al Ecuador en ‘tierra de nadie’ durante 11 días, con un lamentable saldo de personas muertas, de destrucción de bienes públicos y privados. Es evidente, y así lo han reconocido los Ministros de Defensa y de Gobierno ecuatorianos, que existió una planificación para propiciar un golpe de Estado, e inclusive mencionaron haber detectado la presencia de grupos abiertamente insurgentes que estuvieron involucrados en la intentona golpista, y es muy claro que los actores políticos, alineados al esperpento del “socialismo del siglo XXI”, estuvieron apoyando decididamente a los insurgentes. Además de las declaraciones de Diosdado Cabello, hombre fuerte del narco gobierno venezolano, el candidato izquierdista a la presidencia de Argentina, Nicolás Del Caño, en el debate televisivo del domingo pasado, se congratuló por “el despertar” de los pueblos ecuatoriano y chileno, en contra de las políticas del FMI. ¿Qué pretenden los políticos como Maduro, Cabello, Del Caño, Correa y todos los de su ralea, que el Ecuador adopte el modelo de Venezuela de represión, miseria y latrocinio, que ha ocasionado la diáspora de millones de personas en ese país? El presidente Lenín Moreno denunció claramente la injerencia del gobierno venezolano en la intentona golpista, y se refirió a Nicolás Maduro como “asno”. Desafortunada la analogía de nuestro Presidente, porque esos dulces y apacibles animalitos no merecen tan abominable comparación.

«Hoy Latinoamérica está despertando. Lo que comenzó en Venezuela como una brisa bolivariana, hoy está convertido en un huracán en Latinoamérica».

Estas palabras las pronunció el “señor” (si es que se lo puede llamar así) Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, refiriéndose a la conmoción social que vivió el Ecuador hace un par de semanas, y la que está atravesando Chile en estos días. ¿Qué quiso decir este palurdo? Sin caer en generalizaciones, menos aún en xenofobia, existen pruebas irrefutables de que ciudadanos extranjeros, algunos de ellos de nacionalidad venezolana, han sido detenidos en nuestro país, por haber participado en las protestas (léase vandalismo) que convirtieron al Ecuador en ‘tierra de nadie’ durante 11 días, con un lamentable saldo de personas muertas, de destrucción de bienes públicos y privados. Es evidente, y así lo han reconocido los Ministros de Defensa y de Gobierno ecuatorianos, que existió una planificación para propiciar un golpe de Estado, e inclusive mencionaron haber detectado la presencia de grupos abiertamente insurgentes que estuvieron involucrados en la intentona golpista, y es muy claro que los actores políticos, alineados al esperpento del “socialismo del siglo XXI”, estuvieron apoyando decididamente a los insurgentes. Además de las declaraciones de Diosdado Cabello, hombre fuerte del narco gobierno venezolano, el candidato izquierdista a la presidencia de Argentina, Nicolás Del Caño, en el debate televisivo del domingo pasado, se congratuló por “el despertar” de los pueblos ecuatoriano y chileno, en contra de las políticas del FMI. ¿Qué pretenden los políticos como Maduro, Cabello, Del Caño, Correa y todos los de su ralea, que el Ecuador adopte el modelo de Venezuela de represión, miseria y latrocinio, que ha ocasionado la diáspora de millones de personas en ese país? El presidente Lenín Moreno denunció claramente la injerencia del gobierno venezolano en la intentona golpista, y se refirió a Nicolás Maduro como “asno”. Desafortunada la analogía de nuestro Presidente, porque esos dulces y apacibles animalitos no merecen tan abominable comparación.

«Hoy Latinoamérica está despertando. Lo que comenzó en Venezuela como una brisa bolivariana, hoy está convertido en un huracán en Latinoamérica».

Estas palabras las pronunció el “señor” (si es que se lo puede llamar así) Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, refiriéndose a la conmoción social que vivió el Ecuador hace un par de semanas, y la que está atravesando Chile en estos días. ¿Qué quiso decir este palurdo? Sin caer en generalizaciones, menos aún en xenofobia, existen pruebas irrefutables de que ciudadanos extranjeros, algunos de ellos de nacionalidad venezolana, han sido detenidos en nuestro país, por haber participado en las protestas (léase vandalismo) que convirtieron al Ecuador en ‘tierra de nadie’ durante 11 días, con un lamentable saldo de personas muertas, de destrucción de bienes públicos y privados. Es evidente, y así lo han reconocido los Ministros de Defensa y de Gobierno ecuatorianos, que existió una planificación para propiciar un golpe de Estado, e inclusive mencionaron haber detectado la presencia de grupos abiertamente insurgentes que estuvieron involucrados en la intentona golpista, y es muy claro que los actores políticos, alineados al esperpento del “socialismo del siglo XXI”, estuvieron apoyando decididamente a los insurgentes. Además de las declaraciones de Diosdado Cabello, hombre fuerte del narco gobierno venezolano, el candidato izquierdista a la presidencia de Argentina, Nicolás Del Caño, en el debate televisivo del domingo pasado, se congratuló por “el despertar” de los pueblos ecuatoriano y chileno, en contra de las políticas del FMI. ¿Qué pretenden los políticos como Maduro, Cabello, Del Caño, Correa y todos los de su ralea, que el Ecuador adopte el modelo de Venezuela de represión, miseria y latrocinio, que ha ocasionado la diáspora de millones de personas en ese país? El presidente Lenín Moreno denunció claramente la injerencia del gobierno venezolano en la intentona golpista, y se refirió a Nicolás Maduro como “asno”. Desafortunada la analogía de nuestro Presidente, porque esos dulces y apacibles animalitos no merecen tan abominable comparación.

«Hoy Latinoamérica está despertando. Lo que comenzó en Venezuela como una brisa bolivariana, hoy está convertido en un huracán en Latinoamérica».

Estas palabras las pronunció el “señor” (si es que se lo puede llamar así) Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, refiriéndose a la conmoción social que vivió el Ecuador hace un par de semanas, y la que está atravesando Chile en estos días. ¿Qué quiso decir este palurdo? Sin caer en generalizaciones, menos aún en xenofobia, existen pruebas irrefutables de que ciudadanos extranjeros, algunos de ellos de nacionalidad venezolana, han sido detenidos en nuestro país, por haber participado en las protestas (léase vandalismo) que convirtieron al Ecuador en ‘tierra de nadie’ durante 11 días, con un lamentable saldo de personas muertas, de destrucción de bienes públicos y privados. Es evidente, y así lo han reconocido los Ministros de Defensa y de Gobierno ecuatorianos, que existió una planificación para propiciar un golpe de Estado, e inclusive mencionaron haber detectado la presencia de grupos abiertamente insurgentes que estuvieron involucrados en la intentona golpista, y es muy claro que los actores políticos, alineados al esperpento del “socialismo del siglo XXI”, estuvieron apoyando decididamente a los insurgentes. Además de las declaraciones de Diosdado Cabello, hombre fuerte del narco gobierno venezolano, el candidato izquierdista a la presidencia de Argentina, Nicolás Del Caño, en el debate televisivo del domingo pasado, se congratuló por “el despertar” de los pueblos ecuatoriano y chileno, en contra de las políticas del FMI. ¿Qué pretenden los políticos como Maduro, Cabello, Del Caño, Correa y todos los de su ralea, que el Ecuador adopte el modelo de Venezuela de represión, miseria y latrocinio, que ha ocasionado la diáspora de millones de personas en ese país? El presidente Lenín Moreno denunció claramente la injerencia del gobierno venezolano en la intentona golpista, y se refirió a Nicolás Maduro como “asno”. Desafortunada la analogía de nuestro Presidente, porque esos dulces y apacibles animalitos no merecen tan abominable comparación.